
La protesta se desarrolló con música de fondo y varios de los participantes mostraron carteles. El acto lo presidía, asimismo, una pancarta en la que se podía leer “Tratado Unión Europea-Turquía. VergUEnza. Refugiados, ongi etorri”.
“Desde Lizarra Ciudad de Acogida, consideramos que, precisamente, después de haber sentido en Europa las consecuencias de este tipo de violencia (atentados de Bruselas), podemos entender lo que miles de personas viven de forma continuada en sus países (…). Queremos reivindicar nuestro total y absoluto desacuerdo con las medidas que la UE está llevando a cabo para la resolución de un conflicto del que también son partícipes”, decía el comunicado, que también se refería al acuerdo UE-Turquía. “Va a costar 6.000 millones de euros y es en realidad una mercantilización de personas, por el que Turquía se acerca cada vez más a la adhesión a la UE. Esto refleja que no es un pacto humanitario, sino de interés económico y estratégico”.