El guiso comenzó a elaborarse pasadas las diez de la mañana, en cuatro cazuelas de 25 kg, aproximadamente. Cuatro horas más tardes, las cuadrillas se acercaban a recoger su ración y todos juntos las degustaban en la calle. El Ayuntamiento ofrecía a los vecinos el plato fuerte de forma gratuita, mientras que los entrantes correspondían a cada cuadrilla. La mayoría optaron por ensaladas y aperitivos ligeros, para dejar hueco para las pochas.
La jornada del 16 de agosto no solo tenía protagonismo gastronómico, sino también infantil. El polideportivo acogía un gran parque infantil durante toda la mañana. Cuatro castillos hinchables, futbolines, billares, un espacio variado para los más pequeños, cars a pedales y videoconsolas. Allí se daban cita los más pequeños de la localidad que, sin duda, le sacaron chispas a cada uno de los juegos.
Cohete con cumpleaños
El catorce de agosto está marcado en rojo en el calendario de las casas de Villatuerta. Como manda la tradición, a las doce del mediodía se iniciaban las fiestas con el cohete desde el balcón de la casas consistorial. La encargada de hacerlo, Mirian Arellano San Martín, tuvo dos privilegios en esa jornada: su cumpleaños y marcar el inicio festivo representando a los quintos y a los cofrades de San Veremundo.
El acto, uno de los más multitudinarios de las fiestas volvió a ser un éxito. “El cohete estuvo fenomenal. Hubo muy buen ambiente y fue más multitudinario que otros años; lo notamos en el reparto del almuerzo en el polideportivo, donde casi nos quedamos justos”, comentaba la primera edil, María José Fernández.
La misa en honor de la Virgen de la Asunción, los disfraces infantiles, el XL Circuito Villatuerta Júnior, los calderetes y la música presente en todas las tardes y noches festivas completaron unas fiestas en las que la alegría y el buen ambiente reinaron por las calles de la localidad del 14 al 19 de agosto.
La pochada en cifras:
100 kg. de pochas.
10 kg. de cebollas.
50 cabezas de ajos.
10 tomates naturales.
2’5 kg. de pimiento verde.
Sal y Aceite.
Título
Los cocineros, los protagonistas
José Ignacio Undiano y María José Fernández afrontaban, por tercer año consecutivo, el reto de preparar a pochada de fiestas, en la tercera jornada festiva, el 16 de agosto. Lo hacían de buen temple y con una idea clara: elaborarlas al estilo tradicional.
¿Cuál es el secreto de la pochada de Villatuerta?
M.J.F. Nuestro secreto está en la elaboración de las pochas con la receta de toda la vida. Nunca le hemos echado jamón ni chorizo; las hacemos de la manera más tradicional, solo con verduras.
¿Cómo os organizáis para hacerlas?
J.I.U. Hemos empezado pasadas las diez de la mañana con el guiso. Lo que más cuesta es pelar y limpiar los ingredientes que le acompañan -pimientos, cebollas, ajos y tomates- porque son productos naturales. Luego las repartimos en las cuatro cazuelas que tenemos y vamos controlando el fuego y la cocción.
Tercer año y cada vez mayor asistencia…
J.I.U. Así es. El primer año en 2011 preparamos pochas para 180 personas, el año pasado para 240 y esta tercera edición de la pochada tenemos 360 comensales apuntados. Se ha duplicado la cifra desde que comenzó.
Por lo tanto, el acto ya está consolidado.
M.J.F. Por supuesto. Está consolidado y además tiene la virtud de que mueve a la gente; los vecinos salen a la calle y disfrutan por cuadrillas.