Para señalizar la ruta en Estella se han colocado dos paneles informativos. El primero, en el parque de los Llanos, lugar de paradas militares y centro de entrenamiento carlista y donde Tomás Zumalacárregui fue nombrado comandante general de Navarra. El otro se ha instalado en el centro de la ciudad y hace referencia a Estella como capital del carlismo.
Estos soportes informativos cuentan con un mapa con las localidades del itinerario, una explicación sobre la importancia del carlismo en las distintas zonas de Navarra, textos que relatan los acontecimientos ocurridos en la localidad e ilustraciones. En Estella se han colocado dos paneles informativos.
El proyecto también ha incluido la colocación de nueve placas de 480 x 370 milímetros con ilustraciones y textos que describen las batallas y enfrentamientos ocurridos en Abárzuza, Arróniz, Ayegui, Bera, Etxalar, Etxauri, Mendigorría, Orokieta-Erbiti y Zugarramurdi. En Estella, los puntos elegidos han sido el convento de Santa Clara, lugar desde el que los carlistas bombardearon a los liberales refugiados en el convento de San Francisco; la basílica del Puy, templo en el que Maroto ordenó el fusilamiento de los generales carlistas contrarios al Pacto de Vergara, y en el convento de San Francisco, actual Ayuntamiento, utilizado como fuerte defensor de la ciudad entre el 18 y 24 de agosto de 1873. •
Título
El Carlismo en Tierra Estella
• Abárzuza. Los liberales y carlistas se enfrentaron el 29 de marzo del año 1834. La ermita de Santa Bárbara fue testigo de la batalla que terminó con la victoria del ejército liberal.
• Ayegui. En abril de 1835, se entrevistaron Lord Eliot y Zumalacárregui con el fin de conseguir un trato más humanitario en las contiendas. Además, en la tercera guerra carlista se instaló en el monasterio de Irache el hospital principal de los carlistas. Desde aquí se divisa Montejurra, monte en el que tuvieron lugar en 1835 y 1873 dos de las batallas entre carlistas y liberales, finalizadas ambas con victoria carlista.
• Lácar. Los carlistas asaltaron a los liberales y estuvieron a punto de hacer prisionero al Rey Alfonso XII, que había acudido a la batalla después de su coronación. Este acontecimiento tuvo lugar el 3 de febrero de 1875.