“La carroza de Mater Dei representaba un salón de estar con estrellas,La banda de música de Estella con buena parte de sus integrantes, los danzaris txikis de los grupos de danza Larraiza e Ibai Ega, los gaiteros Deierri y gaiteros de Estella, los txistularis Padre Hilario Olazarán y la agrupación de Auroros Adriano Juániz pusieron sus notas a lo largo del recorrido, intercalados entre las tres carrozas de los colegios de Estella, que acompañaban a cada uno de los tres Reyes. La ambulancia de la Cruz Roja y los bomberos también estuvieron presentes, aunque este año no se realizara el despliegue de la escalera del camión de los bomberos.
la de Remontival una carbonera y Santa Ana escogió el circoIlusión, magia, colorido y regalos son algunas de las palabras que describen la cabalgata de Reyes“
El Rey Melchor, como manda el protocolo real, era el primer monarca en entrar en la plaza. Arrancaba las aclamaciones de niños y mayores que gritaban su nombre y le solicitaban caramelos. A Melchor, de barba canosa, le ayudaba en sus tareas en la ciudad el vecino Juan Arbizu. Asimismo, la carroza del colegio Mater Dei le acompañaba durante todo el recorrido de la cabalgata. La asociación de padres del colegio había preparado para ese día la recreación de un salón familiar, con su fogón y su árbol de Navidad. Ayudantes y pajes con antorchas iban detrás.
El Rey Gaspar, también a caballo y luciendo sus ropajes en tonos azulados, ocupaba el segundo puesto. La carroza encargada de escoltarle durante todo el recorrido era la del colegio público Remontival. Una carbonera recordando a ‘Tasio’ era el tema elegido por la Apyma en esta ocasión. Gaspar recibió especial ayuda durante la tarde-noche del 5 de enero del vecino estellés Iosu Zudaire, que no se separó de él ni un momento para atenderle en todo lo que necesitara.
El tercero, pero no el último, y ya está más que acostumbrado, era Baltasar. A Baltasar tampoco le faltó ayuda durante la jornada más atareada de los Tres Reyes Mayos. A su disposición estuvo Mikel Andueza. Los niños de la carroza de San Ana acompañaron al Rey durante toda la cabalgata y lucieron una bonita decoración. Nada menos que un circo, con animales y majorets fue el escenario escogido en esta ocasión para una de las tardes más esperadas del año.
Tras la entrada de toda la comitiva en la plaza de los Fueros y la vuelta de honor, los danzaris comenzaron a bailar las boleras e hicieron pasillo a sus Majestades para que subieran a adorar al Niño. El portal viviente de Belén estaba representado sobre el quiosco de la plaza. Hasta allí, subieron los Tres Reyes para adorar al recién nacido. Acto seguido, primero Baltasar en castellano y luego Melchor en Euskera se dirigieron a los niños del público para hablarles sobre los regalos y sobre la necesidad de portarse bien durante todo el año. También hicieron referencias a los niños pobres que no tienen tantas oportunidades como los niños del primer mundo.
El saludo de los Tres Reyes Magos desde el quiosco fue uno de los momentos más emocionantes de la tarde, antes de que descendieran otra vez a la plaza, montaran en sus caballos y siguieran con su recorrido por Estella. Desde la plaza de los Fueros siguieron por Calderería, la plaza de Santiago, la cuesta de Entrañas, avenida Yerri, paseo Inmaculada y ayuntamiento. En el edificio consistorial, cientos de niños se acercaron hasta los Reyes, se sentaron en sus rodillas y los tuvieron más cerca que nunca. Esa noche, Melchor, Gaspar y Baltasar les visitarían, pero sin que ninguno de los niños allí presentes se diera cuenta.