Las claves del éxito de ‘Instante’ han sido su equilibrada composición y la transmisión del movimiento y la explosividad de los encierros de San Fermín mediante las salpicaduras de dos únicas tintas. El resultado,
apuntaba el jurado técnico, era una imagen de frescura, dinamismo, tensión y fuerza que promocionará por todo el mundo la fiesta de Pamplona. El premio está dotado con 6.000 euros.
Este 2023 ha sido el año, ¿lo habías intentado otras veces?
Me he presentado otras veces, y en alguna ocasión he sido seleccionado o he quedado entre los finalistas. Ganar el concurso es muy complicado, tiene que ocurrir que primero te seleccione el jurado y que luego tu cartel le guste a la gente.
¿Cómo te sentiste al conocer que tu cartel era el ganador del concurso?
Cuando me lo dijeron estaba en el trabajo y no sabía si reírme o llorar, fue un cúmulo de sentimientos. Cuando ya salí y entré en el coche pegué cuatro gritos de emoción, porque fue un sorpresón. Todos los carteles tenían mucho nivel y uno siempre es el último que se cree que puede llegar a ganar. En mi caso, cuando supe que era uno de los diez finalistas, decidí aislarme de lo que hablaba la prensa y de las encuestas y las votaciones, porque se pasa mal, son muchos días de espera.
¿Qué significado tiene para ti ganar este concurso?
Es un concurso internacional y está considerado el más importante del mundo, por lo que era como un sueño. Siempre he tenido la esperanza, pero puedes vivir tres vidas y no ganarlo. Por lo tanto, ha sido sorpresa, aunque sí que sabía que había hecho algo bueno, bonito y muy representativo para la gente de Pamplona. Para mí también es un honor representar estas fiestas de San Fermín.
Quería hacer algo que la gente, en cuanto lo viera, supiera qué es
¿Qué elementos consideraste importantes incluir en el diseño para capturar la esencia de los sanfermines y qué mensaje has querido transmitir?
Tenía muy claro que los elementos iban a ser un corredor y un toro. ¿Cómo lo iba a representar? Quería que se viera movimiento, una tensión, que al mirar el cartel no solo se viera al corredor y al toro parados, sino que están todavía moviéndose, captar un instante, como se titula el cartel.
¿Cuáles fueron los mayores desafíos durante el proceso de diseño del cartel?
La complicación era que el primer filtro del concurso era el jurado y el segundo filtro, el que te da el premio, es el público, que es como juntar el tocino con la velocidad. Tenía muy claro lo que quería hacer y me la iba a jugar porque quería hacer algo que la gente en cuanto lo viera supiera lo que es, y de hecho la gente me lo está contando. Me dicen, “me encanta porque es muy simple, porque vemos lo que es, no necesitamos que me lo expliquen ni leer el título”.
El jurado, quizá como profesionales, intentan premiar otro estilo de cartel diferente, así que creo que me la jugué. Otros años sí he tirado más a diseños conceptuales, que habría que explicarlos. Y he estado en finales, pero a la hora de que te vote el público es complicado.
¿Por qué crees que tu diseño ha destacado entre los demás? ¿Qué lo hace especial?
Que se sabía exactamente lo que era. Veías los diez carteles finalistas juntos y sabías que eso son los sanfermines. Porque ¿qué es lo que se televisa? Los encierros. Estuve mirando y hacía tiempo que no se hacía nada de toros y en cierros. Mi cartel era diferente porque era realista y representaba lo que era. Y los colores, muy básicos, rojo, blanco y negro. Menos es más y a veces lo más sencillo es también lo más complicado.
¿Son los Sanfermines fuente inagotable de ideas o se repiten los mismos elementos?
Igual que en San Fermín, en todos los pueblos de Navarra ¿qué tenemos? Tenemos el toro, los encierros, la faja, lo blanco, lo rojo, la torre del pueblo, el santo… Hay elementos que se repiten continuamente y es complicado intentar hacer algo diferente que destaque sin repetirte. Como decía un profesor mío, lo primero que piensas se le ha ocurrido ya a doscientas personas, y tienes que ir más allá, hasta que pienses que solo se te ha ocurrido a ti, que tampoco suele ser así.
¿Te pones en la situación de ir a Pamplona y ver tu cartel en las calles?
Va a ser abrumador. Cuando he ganado en Estella ver el cartel en la ciudad ha sido lo máximo para mí, así que ver expuesto tu trabajo en Pamplona por San Fermín tiene que ser increíble. Y luego por todas las aplicaciones del cartel en lonas gigantes, programas de fiestas, de mano, desplegables, mupis, camisetas, que también he diseñado yo, así que es una auténtica locura y orgullo. Desde luego, van a ser unos Sanfermines especiales, además me han invitado al balcón, que es un plus y algo que poca gente vive, todo un privilegio.
¿Es un escaparate profesional?
Siempre te da un caché, un prestigio, creo que tu currículum se puede mirar de otra manera, pero tampoco lo veo determinante. Tienes que tener más cosas, obviamente.
En diez años, ¿cómo imaginas el concurso de Sanfermines teniendo en cuenta el desarrollo de la Inteligencia Artificial?
El campo de la Inteligencia Artificial está ahora empezando, pero creo que es una amenaza en el campo profesional. Ahora es una ayuda, pero quizá en quince años algunas profesiones hasta hayan desaparecido, como el de diseñador gráfico, ilustrador o programador. De momento, los programas de inteligencia artificial se utilizan como un Complemento, pero puede quitar puestos de trabajo.
En cuanto a los concursos es difícil decirlo, se tendría que poner un filtro para saber si un trabajo lo ha hecho una máquina o una persona. Sí pienso que la inteligencia artificial puede cambiar a futuro tanto los concursos como las profesiones.
¿Tienes algún consejo para otros diseñadores que aspiren a participar en el concurso del cartel de San Fermín o en otros?
Generalmente la gente que se presenta a los concursos de carteles o de diseño ya sabe dónde va y suelen ser profesionales. Si me dirijo a la gente que empieza o que está estudiando, les diría que no tengan miedo, que siempre que se presenten a algo o hagan algo en su trabajo intenten dar lo máximo y que se queden contentos y satisfechos. Luego ya si ganas o no ganas o lo acepta el cliente a la primera o a la segunda, son cosas del juego. Pero te tienes que que dar satisfecho, haber dado el máximo y que lo que presentes tenga opciones de ganar.
¿Te has presentado al concurso de carteles de Estella este año?
El cartel ya está entregado y ganar sería otro sueño. Hace tiempo que no lo gano en casa y tengo esa espinita ahí.
Un ‘palmarés’ de más de 200 primeros premios
El cartel de San Fermín es el máximo premio conseguido durante la larga trayectoria del diseñador Raúl López como cartelista habitual de los concursos. En su currículum o ‘palmarés’ suman más de 200 primeros premios, entre los que destacan los carteles de la Aste Nagusia o Semana Grande, de Bilbao, los carnavales de Bilbao, la Batalla del Vino de Haro, el Festival de Cine de Terror de Molins de Rey (Barcelona), el Festival de Cine de Animación de Basauri, la Semana Santa de Callosa de Segura (Alicante), las fiestas de Lora del Río (Sevilla), el Día Mundial del Sida (Logroño), los Carnavales de Soria y los de las Fiestas de Calahorra, Tudela, Tafalla y Estella (que ha ganado en 1995, 2000 y 2001), junto a otras localidades navarras y de diferentes provincias.