
La infancia y juventud de Raúl López en Estella estuvo ligada a salones como el Cosmos o el 44, recuerda, pero sobre todo al negocio familiar, el Videoclub Loma, situado en el paseo de la Inmaculada y donde pasaba muchas horas. Su padre regentaba uno de los contados establecimientos dedicados al alquiler de películas que convivieron en la ciudad del Ega en los 80 y los 90, hasta que los avances tecnológicos marcaron su ocaso.
López explica que su padre compró un Amiga 500 para la empresa, convirtiendo a sus hijos en grandes afortunados que podían jugar en la trastienda cuando querían. En tributo a este objeto de deseo, López dedica las 264 páginas de su libro ‘Amiga 500. Increíbles juegos. Una experiencia visual’.
¿Cómo surge la iniciativa de escribir un libro y, en concreto, este libro?
Tengo dos libros empezados hace dos años, pero no los he seguido. Este surgió de la necesidad. Colecciono libros de ordenadores, consolas y máquinas recreativas que salieron en los 80 y los 90 porque me gusta coleccionar. No encontraba ningún libro sobre el Commodore Amiga 500, así que pensé que por qué no hacerme yo uno. Soy diseñador, he maquetado muchos en mi vida, así que me puse a ello.
Al principio tenía una idea más sencilla, hacer una publicación para mí, pero comencé a investigar y el libro empezó a crecer y pensé en publicarlo. Quise recoger los 200 mejores juegos para el Amiga y al final lo dejé en Amiga 500-50 increíbles juegos, porque se me iba. Esto ha supuesto que he tenido que probar casi 400 juegos para hacer la criba.
Diseñador gráfico, habitual en los concursos de carteles, amante del deporte, ¿de dónde sacas la energía y el tiempo también para esto?
Soy creativo. Siempre estoy dándole vueltas a la cabeza con cosas, para no aburrirme, si no es un cartel para un concurso, es un deporte… De hecho, tengo una máquina recreativa hecha por mí. Soy inquieto y saco tiempo de donde no hay, pero necesito estar haciendo cosas.
¿Qué fue el Amiga 500 y qué significó en su momento?
Fue una revolución a nivel mundial en ordenadores, un adelantado a su tiempo, un salto de diez años. No tenía nada que ver con ningún ordenador del momento. Fue el primer ordenador realmente multitarea, que podía ejecutar varios programas a la vez de forma real. Era un ordenador para edición de vídeo y para jugar, lo más cercano a los juegos de los salones recreativos. Para un chaval de aquella época tener un juego con la experiencia de un salón recreativo era ciencia ficción. Pero la empresa moría de éxito y se durmió en los laureles. La competencia le fue pisando y malas decisiones les llevaron a la bancarrota.
¿Cuáles son los contenidos destacados del libro?
Primero cuento mi experiencia con los ordenadores hasta que conocí el Commodore Amiga 500. Lo describo como un objeto de deseo para toda una generación, era el ordenador soñado, con un precio inalcanzable, ya que solo el ordenador costaba 105.000 pesetas en aquél momento. Hablo de sus capacidades gráficas, para qué servía, que era sobre todo para edición de vídeo y producción musical. Luego llegaron las consolas y se acabó.
Recojo en el libro también algunas de las campañas de publicidad del Amiga y como contenido principal mi selección personal de 50 juegos. He jugado a cada uno de ellos y he fotografiado el juego real en la pantalla CRT para trasladar la experiencia real que vivimos en los 80 y los 90. Esto no lo hace ningún libro.
¿Qué papel jugaron los videojuegos en los 80 en tu vida y en general en tu generación?
Los 80 marcaron a toda una generación que teníamos 10 y 11 años. Ya no estábamos en la calle todo el día jugando al fútbol, sino que íbamos a casa de un amigo o nos juntábamos las cuadrillas para echar partidas e ir a los salones recreativos de la ciudad. Pasábamos horas y horas y nos marcó muchísimo. Estará de acuerdo cualquiera que haya vivido esa época, y recordará con nostalgia los piques y lo bien que nos lo pasábamos. Allí nos dejábamos las pagas. Eran partidas de 25 pesetas.
¿Sigues siendo aficionado?
Sí, en 2008, me construí una maquina desde cero para casa, incluso con el monedero de 25 pesetas. Me lo hice porque de crío mi ilusión era tener una máquina en casa. Aún hoy juego con mi hijo los fines de semana.
¿Cómo ha sido el proceso de realización de este libro?
Lo he hecho en ratos libres, durante casi once meses. Me lo he pasado como un enano, he jugado a muchos juegos y he redescubierto los juegos a los que yo jugaba, que los vuelves a ver de forma diferente.
¿A quién va dirigido?
Va dirigido a los aficionados a lo retro, a quienes le han gustado los ordenadores y los videojuegos de los 80 y 90. Para la gente que tuvo el Amiga 500 y pudo disfrutar en su momento, tener este libro es un imprescindible. Si yo lo veo por ahí me lo pillo sí o sí.
FICHA TÉCNICA
Título. ‘Amiga 500. Increíbles juegos. Una experiencia visual’.
Género. Videojuegos.
Precio. 42 euros.
Puntos de venta. Web: www.libroamiga500.com.es
Tirada. Impreso bajo demanda.
Edición. Tapa dura – Impresión a color. Book Mundo.
Páginas. 264 páginas
Medidas. 210x279mm