¿Cuál es la valoración de la Campaña de Vela de este año? ¿Se ha podido desarrollar más o menos con normalidad?
Se inició como el año pasado con dudas porque el miedo se sigue teniendo, pero el protocolo nos da seguridad. El año pasado funcionó a pesar de que la situación era más compleja. Este año se han respetado burbujas de los colegios y el grupo ha sido inferior que en ediciones normales.
Han participado 805 personas y hemos establecidos dos turnos de comida y dos turnos de actividad con cada tanda para evitar coincidir en los espacios y mantener las burbujas, junto a otras medidas. Hemos actuado como si estuviéramos en plena pandemia. No ha habido ninguna incidencia, por lo que hemos hecho las cosas correctamente.
En lo deportivo y en la climatología, hemos tenido de todo. Unas semanas más duras, con condiciones desfavorables para navegar, y otras estupendas. No obstante, la navegación es mucho más y hemos desarrollado también talleres de nudos, de compostaje, de sensibilización medioambiental y juegos, entre otras muchas otras cosas.
Respecto a las competiciones, ¿se ha podido cumplir el calendario?
Hemos hecho las previstas. Sí que hemos notado menos afluencia de participantes de otras Comunidades Autónomas porque por ejemplo el País Vasco ha estado confinado hasta hace poco tiempo. En consecuencia, el número de participantes ha bajado por los desplazamientos. En las competiciones también se ha notado que durante este año y pico se ha navegado y se ha entrenado menos.
¿Qué afición existe en Navarra hacia los deportes acuáticos, ha ido a más en los últimos años?
En general, como presidente de la Federación puedo decir que el aumento de licencias no ha sido muy grande. Las licencias son muy importantes para nosotros porque nos permiten seguir con la actividad. Por eso, estamos trabajando en una idea, en la posibilidad de poder hacer licencias sólo para navegar, para navegar por libre me refiero, como está pasando en otros deportes.
Respecto a la afición, hay mucha gente de Navarra que navega en muchos sitios de vacaciones y quien tiene un barco en Hendaya y sale al mar. Muchos aficionados han pasado por aquí porque saben el alto nivel de formación que damos, porque nos dedicamos a la competición y tenemos una flota grande de barcos olímpicos y todo tipo de embarcaciones. Viene gente desde Fuenterrabía a cursos de perfeccionamiento, o de regatas o de patrón de yate de recreo, tanto para formación teórica como práctica.
Otro detalle, yo personalmente me siento muy orgulloso de un grupo de niños desde los 11 hasta los 23 años que hacen windsurf aquí con un nivel brutal. Es un gusto, han seguido un proceso de ayuda y les dejamos material.
¿Qué importancia tiene la Campaña de Vela para el fomento de la práctica deportiva?
Fundamental. La campaña de vela asegura que por aquí pase una gran cantidad de escolares, lo que nos permite hacer una selección y sacar un grupo de chavales para la competición. La campaña abre las puertas a todas las personas.
¿Cuáles son las competencias de la Escuela de Vela en Alloz y qué servicios ofrece?
La Escuela está ubicada en el camping de Aritzaleku. Tenemos un convenio con ellos por el que nos permiten usar las instalaciones; contamos también con una buena rampa en el embarcadero que nos hizo la Federación con ayuda de Teder. Ubicados en este lugar, damos servicio a gente del camping y de fuera. Ofrecemos cursillos de vela infantil, vela para adultos de iniciación y perfeccionamiento, cursos de Windsurf para niños y adultos, alquilamos embarcaciones, sobre todo piraguas y tablas de paddle sup, ofrecemos paseos en barco de vela y cursos para familias enteras, principalmente de vela.
Como presidente de la Asociación Tierras de Iranzu, ¿qué momento vive el colectivo?
En Tierras de Iranzu estamos muy contentos porque la respuesta de los Ayuntamientos y de los socios es magnífica. Estamos en un buen momento, se ve lo hecho estos últimos años y, por la opinión de los socios, la gente está muy satisfecha, les hemos ayudado muchísimo.
Hay que reconocer la labor de Charo Apesteguía que gestiona muy bien todas las ayudas y subvenciones, un mundo que no es fácil. En Tierras de Iranzu salimos beneficiados absolutamente todos los asociados, aunque queda mucho por hacer en concienciación.
¿Y el recurso turístico del embalse de Alloz?
Tenemos el problema de la masificación. ¿Por qué? No se ha hecho publicidad de manera específica, es algo que ocurre en otros lugares, pasa en San Sebastián y en Zarauz, en Fuenterrabía, cualquier sitio al que vas está lleno de gente. Vivimos un momento en el que todos nos movemos mucho. La masificación hay que gestionarla, hay que tener paciencia. Se ha de concienciar y dejarlo todo claro para que la gente esté a gusto en un lugar muy agradable para hacer actividades o bañarse. Notamos también la falta de actividad en Yesa, que quitaba gente.
Ya antes de la pandemia, mucho antes, la gente empezó a venir cada día más, fue espontáneo. La gente ha encontrado un lugar bien cuidado y bonito que se empezó a ordenar y a dotar de servicios, un espacio que antes estaba manga por hombro.
A la masificación, que viene de atrás, añadimos ahora el confinamiento y la crisis sanitaria. Hemos descubierto Navarra, hemos descubierto un recurso muy interesante y es la libertad.
¿Qué medidas están puestas en marcha para manejar cuestiones de responsabilidad social como el respeto al medioambiente y la convivencia del visitante y de los vecinos?
La campaña ‘Residuo Cero’ ya la puso en marcha el Ayuntamiento el año pasado. La parte negativa es que el visitante se lleva su basura pero no la clasifica después en casa antes de tirarla. La ventaja es que se conciencia a la gente sobre la necesidad de no abandonar su basura. Este verano se ha contratado a un agente de sostenibilidad que se va a pasear por el embalse, su presencia va a ser importante porque informará sobre qué se puede y no se puede hacer. También se van a organizar talleres de sensibilización y otras actividades como una exposición de la Confederación Hidrográfica del Ebro sobre especies invasoras para tener más cuidado con mejillón cebra.
¿Se limita el acceso?
Ya se está limitando porque sin reserva de aparcamiento (a través de Red Explora Navarra) no se puede ir. Es como ir al cine, hay que coger entradas. Antes el visitante aparcaba en cualquier cuneta, parecía que el campo es de todos y no puede ser así. El sistema de reserva está bien.
¿Qué temporada de verano se espera?
Se espera buen verano. Tristemente, el cambio climático favorece. Con buen tiempo la gente viene a la naturaleza. La pasada fue atípica, triste, de mucho miedo e incertidumbre pero este año es diferente. Se empieza a notar en las reservas de las casas rurales, que van a tener movimiento. Creemos que va a ser un verano estupendo, además no es momento de ir al extranjero, lo cual beneficia al turismo de proximidad.
¿Convendría hacer un llamamiento a la responsabilidad del visitante?
Por supuesto. La educación ambiental es cosa de todos, de cada persona que va a un lugar. Hace gracia que se lo dejamos a los de Greenpeace. Hay que tener respeto, porque si no, es el jarabe de palo, como en otros países. La música, los ruidos, el uso de megáfonos, el abandono de colillas y de basura, los perros sueltos son cosas que se pueden evitar poniendo todos de nuestra parte. Confío en que llegará el momento de respetar todo esto, las cosas al final se asimilan.
Nueva ordenanza reguladora en Lerate
El Ayuntamiento de Guesálaz ha aprobado con carácter definitivo la modificación de la Ordenanza reguladora del aparcamiento de vehículos en la zona de la bahía de Lerate (embalse de Alloz) y la utilización de la zona de baño.
La Ordenanza aborda cuestiones como el estacionamiento, y otras como las zonas de baño no vigiladas, la tenencia de perros, la prevención de incendios, la contaminación acústica, el uso de vehículos a motor y la autogestión de las basuras. Las multas oscilan entre los 60 y los 3.000 euros.
Paradas y estacionamiento. La parada y el estacionamiento deberán efectuarse de tal manera que el vehículo no obstaculice la circulación ni constituya un riesgo para el resto de usuarios del parking. Se deberá estacionar dentro del área marcada. Las paradas no superan los 2 minutos. Los vecinos del valle con coche dado de alta en Guesálaz y que tengan la autorización podrán estacionar en el parking de manera gratuita. Está prohibido pernoctar, colocar sillas, mesas y similares en el aparcamiento.
Tenencia de perros. Se han establecido dos zonas: Zona Oeste, desde el embarcadero municipal hasta la pasarela de madera y la isleta, ambos incluidos, y Zona Este, desde la pasarela, no incluida, hasta la rampa de Windsurf.
En la zona Oeste solo se permitirá la circulación de aquellos perros que debidamente identificados y vacunados vayan conducidos por cadena o correa. En la zona Este, los perros pueden estar sueltos, siempre con la presencia de la persona responsable del animal y bajo su control.
En ambas zonas, sus propietarios están obligados a limpiar cualquier deyección o ensuciamiento producido por los perros. Además, los calificados como “potencialmente peligrosos” deberán llevar obligatoriamente bozal apropiado para cada animal. Deberán ser conducidos con cadena o correa no extensible de menos de 2 metros y sólo se autoriza un animal de este tipo por persona.
Contaminación acústica. Con el fin de preservar el patrimonio sensorial del espacio, no está permitido el uso de megáfonos, altavoces o instrumentos que generen sonidos, ultrasonidos o ruidos que molesten a las personas usuarias y perturben el entorno natural.
Autogestión de residuos. Está prohibido arrojar o depositar en el suelo o en el agua papeles, plásticos, botellas, colillas, restos de comida así como cualquier otro desperdicio orgánico o inorgánico. Deberán ser recogidos y guardados personalmente.