“La marca blanca sustituye a los productos de marca en la cesta de la compraLos tiempos de bonanza han quedado atrás para la mayoría de las familias, que se ven obligadas a controlar todos los gastos, incluido el más básico de todos, el de alimentación. Al igual que el resto de localidades de Navarra y del país, Estella lo percibe. En opinión de una de las encargadas de turno del hipermercado DIA en Merkatonoda, se nota y mucho. “Sobre todo se debe a la situación de las familias, pero también influye la proliferación de supermercados alrededor. Además, no se puede pasar por alto que en septiembre coincide la vuelta de vacaciones y el inicio de las escuelas con el desembolso que eso supone”, declaró.
por su relación calidad-precio“
En su opinión, los productos propios de la casa han desbancado a las marcas, tanto a principios como a finales de mes. “Obviamente, la gente sigue consumiendo los productos de primera necesidad, pero en lo que podemos llamar vicios es donde más se controlan”, añade la empleada de DIA.
El consumo responsable gana terreno. La elaboración de listas de compra, no sólo para evitar olvidos, sino también para acotar el gasto, se está convirtiendo en una práctica mucho más habitual, según explica la responsable de Eroski Center, Yolanda Sanz. “En los últimos años hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y comprábamos sin pensar, pero ahora es distinto. La lista de la compra se impone y la gente sólo compra lo que necesita. Las marcas blancas, que son más baratas, se convierten en las preferidas del cliente, por el precio y también por la calidad, ya que los elaboran fabricantes de marca”.
Más que incertidumbre
Los vecinos de Estella y su merindad experimentan la crisis ahora más que antes. “Hasta ahora la crisis era sobre todo ruido e incertidumbre. Hasta el verano la gente ha disfrutado y ha consumido, pero ahora se empiezan a oír casos de paro y está cambiando”, destaca Yolanda Sanz. No en vano, las superficies centran su actividad en campañas de ahorro más agresivas, potenciando el carro del ahorro que pueda beneficiar al consumidor.
Que el cliente busque las ofertas o pregunte a los empleados por las promociones es, ahora más que nunca, una práctica habitual. Esta realidad la percibe no sólo el sector de la alimentación, sino también los establecimientos centrados en droguería y perfumería. Por ejemplo, en IF de Estella, destacan como nueva tendencia la elección de tamaños pequeños en vez de grandes en los productos de más alto precio, como pueden ser los perfumes. A ello se refiere Virginia Goñi, con tres años de experiencia en la tienda. “A muchas personas les preocupa el gasto que van a hacer en el momento, piensan en el día a día, por eso prefieren comprar el tamaño de 25 en vez del tamaño de 100”, explica.
Aseguran en IF que, a pesar de que su género lo forman en buena parte artículos de lujo, la crisis se nota, pero menos de lo que cabría esperar. “La gente pregunta por las ofertas y, si no vienen con una marca clara, se dejan aconsejar y se llevan el producto con mejor precio en ese momento. La gente agradece que le informes sobre los buenos precios”, añade la responsable de la tienda en Estella.
Por su parte, el establecimiento de la cadena Schlecker en la ciudad del Ega, con una amplia gama de productos de droguería y perfumería, percibe la contención del consumidor en cuanto al gasto. Esta actitud se manifiesta, al igual que en el resto de superficies, en la elección de la marca blanca y las ofertas. “La gente no gasta como antes. La marca propia es la reina y los caprichos disminuyen. Por poner un solo ejemplo, el chocolate puede considerarse un producto no necesario, pues en vez de comprar cinco tabletas, se llevan dos. Además, la gente compara precios hasta en los productos más básicos, como podría ser el papel higiénico”, cuenta la responsable del establecimiento, Edurne Palacios.
Malas prácticas
El supermercado más veterano de la ciudad del Ega, de la cadena Spar, coincide con el resto de establecimientos en el incremento, en su caso de hasta un 25%, de la marca propia; la eliminación del capricho, y la búsqueda de la oferta. También se encuentran muy sensibilizados por el problema del hurto, que en su opinión, en el último año y como clara consecuencia de la crisis económica, se está incrementado. A finales de agosto, el establecimiento sufrió el robo de 1.500 euros de la caja, y la apropiación indebida de artículos en los pasillos deja de ser anecdótica.
R. C. y A.E., responsable y cajera del supermercado, coinciden al afirmar que en la mayoría de los casos no son clientes habituales quienes recurren al hurto, pero que se viven situaciones desagradables. “Se podría entender el robo de alimentos de primera necesidad para comer, pero no de bebidas alcohólicas, cremas o ambientadores, que no son imprescindibles. Esto demuestra que quien roba toma productos que ahora no puede o no quiere permitirse pagar”, declara el responsable de la tienda.
En su opinión, la crisis está afectando al sector de la alimentación más que a otros, y de manera injustificada. Asegura el encargado de Spar que comer hoy en día representa el gasto menos caro de todos. “A veces no queremos privarnos de salir a cenar por ahí y luego decimos que la cesta de la compra está cara. No me parece justo porque comer, gastando con cabeza, no supone tanto dinero. Un paquete de pasta de medio kilo, con tomate, queso y medio kilo de lomo te sale por menos de seis euros para cuatro personas”.
Bebidas alcohólicas, cremas, tintes de pelo, perfumes, e incluso una báscula de baño, son tan sólo algunos de los ejemplos de hurto en varios de los establecimientos consultados. La ausencia de reparo en caso de ser pillados in fraganti, así como la imaginación en muchos casos, permiten este delito. Las grandes superficies extreman la vigilancia y los mecanismos anti robo y retiran los productos de mayor precio para luchar contra el muchos consideran un nuevo hábito consecuencia de la crisis. •
Título
Consejos de la OCU
Para sacar el máximo rendimiento a la compra, la Asociación de Consumidores OCU ofrece una serie de consejos que conviene aplicar y que la mayoría de consumidores ya han puesto en práctica.
• Planificar las compras con antelación y hacer una lista.
• Pensar en las comidas que se van a preparar a lo largo de la semana. Será una ayuda para ver qué alimentos se necesitan.
• Si es posible, procurar no hacer la compra con niños. Querrán participar y elegirán los productos con envases y diseños más atractivos.
• No comprar con el estómago vacío. Genera un estado de ansiedad que promueve la compra de productos que en otro momento no se adquirirían.
• A medida que se va llenando el carro, calcular cuánto dinero se lleva gastado. Esta simple acción probablemente refrenará la compra de caprichos.
• Planificar las compras con antelación y hacer una lista.
• Pensar en las comidas que se van a preparar a lo largo de la semana. Será una ayuda para ver qué alimentos se necesitan.
• Si es posible, procurar no hacer la compra con niños. Querrán participar y elegirán los productos con envases y diseños más atractivos.
• No comprar con el estómago vacío. Genera un estado de ansiedad que promueve la compra de productos que en otro momento no se adquirirían.
• A medida que se va llenando el carro, calcular cuánto dinero se lleva gastado. Esta simple acción probablemente refrenará la compra de caprichos.