“Cada vez más gente opta por unas vacaciones para evitar la emoción que le produce la Navidad”¿Deprimen las navidades?
Puede que sí y puede que no. La Navidad evidencia los conflictos familiares que durante el año están aletargados para manifestarse en esta época. Por ello, la Navidad es un buen momento para reflexionar y para intentar solucionar los problemas de comunicación o los problemas que existan. En verano sucede parecido, después de las vacaciones muchas personas sienten la necesidad de reflexionar para cambiar y mejorar cosas en su vida.
¿Cuáles son las razones que impiden a muchas personas ser felices en estas fechas?
Esta época del año está relacionada con los duelos, y es una razón muy poderosa. Son fechas muy duras cuando la muerte de un ser querido está sin elaborar, es decir, cuando no se ha superado. El familiar nota la falta, la silla está vacía. Por eso, cada vez más se opta por unas vacaciones fuera durante estos días, un paquete de esquí o de sol y playa que permita, de alguna manera, evitar la emoción.
¿Estamos obligados a ser felices en Navidad?
No estamos obligados. Cada persona tiene que estar como quiera estar, al igual que en fiestas. Parece que todos tenemos que encontrarnos contentos porque son fiestas, pero no es así. No hay que forzar. Cuando una persona se obliga ya no es ella misma, tiene que expresar que no le apetece, compartir sus sentimientos. Para una mujer la Navidad es, además, más complicada y suele ir unido en muchas ocasiones a una época de estrés: la comida es la protagonista y tener que prepararla representa una carga grande. A veces más que un periodo para disfrutar, la Navidad es una fuente de trabajo.
¿Qué consejos se pueden dar para sentirse mejor en Navidad?
Básicamente, el mejor consejo es intentar disfrutar. En estas fechas conviene relativizar los problemas, en la medida de lo posible y, como digo, ser uno mismo.
¿Cómo viven los niños la Navidad?
Son sin duda los protagonistas de la Navidad. Cuando en una familia hay niños, los problemas, las situaciones difíciles, se relativizan. Para ellos la Navidad es nacimiento, alegría, ilusión. Un niño es siempre el mayor antidepresivo.
A veces los niños se ilusionan en exceso con los Reyes y los regalos, ¿hay modos de prevenir la ansiedad?
Es bueno que se ilusionen, si viven la Navidad con total intensidad, mucho mejor para todos.
¿Cuándo conviene decirle a un niño quiénes son los Reyes?
Cuando están preparados. De hecho, cuando ha llegado el momento son ellos quienes lo preguntan. ‘¿Quiénes son los Reyes?’, ‘¿sois los papás los Reyes?’ son preguntas habituales. Suele ser en torno a los siete u ocho años. Si llegan a los diez y no saben la verdad es porque su familia lo ha propiciado así y es momento de decírselo para que no se rían de ellos. Por el contrario, si son pequeños, decir la verdad supone una gran desilusión. Muchos niños oyen algo pero como no están preparados no hacen caso y siguen viviendo la ilusión.
¿Cómo viven emocionalmente este periodo las personas que se encuentran lejos de casa?
Cuando una persona está fuera, hay que ver si es porque lo ha decidido ella o porque está forzada a ello. Es muy distinto. Quien no quiere estar lejos de su casa y de su familia es quien más lo sufre. Le ayudaría compartir su situación con otras personas de su entorno o con quienes se encuentran en la misma situación.
¿Detectan los profesionales una relación entre la situación de crisis económica y el aumento de las consultas al especialista?
En parte puede que sí. La crisis afecta de una manera u otra, sobre todo ante la falta de trabajo. Estar parado evidencia problemas que se han podido compensar mediante un trabajo. Una ocupación llena el tiempo y pone ritmos a la vida. La gente en paro tiene más posibilidades de entrar en depresión, porque puede sentirse inútil, que no vale y llegar a la desesperanza. Por ello, hay que ser una persona creativa, intentar estar activo y relativizar la situación.
Si la Navidad no fuera tan consumista, ¿seríamos todos más felices?
No necesariamente. En realidad, el consumismo lo que permite es sustituir las relaciones interpersonales. Por ejemplo, se regala a un niño un regalo grande y caro cuando en realidad no se tiene tiempo para estar con él. Si existe una relación interpersonal basada en la cercanía, en la empatía y en el cariño, el consumismo pierde importancia. •