MURILLO. Tranquilidad a un paso de la A-12

MURILLO. Tranquilidad a un paso de la A-12

El Concejo tiene el censo más pequeño del valle de Yerri, pero entre semana su población supera la de otros pueblos vecinos

El Concejo de Murillo ocupa un lugar privilegiado en el valle de Yerri, a tan sólo tres kilómetros del enlace con la Autovía del Camino. El término, alargado y de 365 hectáreas, es mucho más grande que otros vecinos, por ejemplo Arandigoyen, pero su censo es el más pequeño del valle. Son 37 las personas empadronadas, aunque este número engaña; entre semana, su población real aumenta hasta los 50 y supera a otros próximos como Grócin o Ugar. Murillo de Yerri cobra vida durante los fines de semana y también durante los meses de verano con matrimonios recién jubilados que vuelven al pueblo desde Pamplona o San Sebastián en busca de un entorno tranquilo.

El concejo dispone de un presupuesto que ronda los 6.000 euros

El presidente del Concejo, José Antonio Ancín Erdozain, señala que la población en Murillo es estable. Son trece las familias que actualmente viven entre semana, un  número que se ha mantenido en los últimos años. 

Además, se prevé que tres familias más establezcan en Murillo su residencia en un corto periodo de tiempo. “La edad media es alta, pero ahora mismo tenemos dos niños en edad escolar y jóvenes menores de 30 años son seis”. El responsable concejil hace también un poco de historia sobre su localidad y apunta que en 1900 Murillo tenía una población mayor que la de Arandigoyen y Zabal, pueblos que ahora superan al Concejo. “A principios del siglo XX, Murillo sumaba 25 familias”. 

El pasado está presente en las calles del concejo. El pequeño núcleo de viviendas conserva su pasado con la presencia de varias casas del siglo XVI. “Se conservan diez que datan de entre 1500 y 1550. Tenemos la casa Apezarren, que es la casa parroquial, y de las otras nueve seis portan escudo”. Como elemento de interés, a la entrada del concejo, se alza, renovado en siglos posteriores, un torreón del siglo XIII, que se corresponde, explica el presidente, con la casa más antigua del valle de Yerri. “Todo es interesante porque hace referencia a la importancia que tenía Murillo en el pasado. Además, yo he conocido tres de los cuatro arcos que conservaba el concejo desde el siglo XVI”, añade José Antonio Ancín. 

44 coches y tractores

Treinta y siete son los habitantes censados en Murillo de Yerri y 44 los vehículos a motor en el concejo. Junto a los treinta coches de sus vecinos, se suman catorce tractores. Se trata de un dato curioso que revela la profunda tradición agrícola de la localidad y del valle, aunque hoy en día solamente dos personas se dediquen con carácter exclusivo al sector primario. No obstante, buena parte de los vecinos continúan trabajando sus piezas dedicadas principalmente al cultivo de cereal, viña, espárrago y olivo.

El impuesto de circulación es uno de los ingresos que obtiene el Concejo. Su presupuesto, que ronda los 6.000 euros, lo nutren, además, el ICIO, el arrendamiento de hierbas comunales y la adjudicación cada ocho años de los comunales repartidos en lotes entre todas las familias de Murillo. “Contamos también con la ayuda del Gobierno de Navarra según su número de habitantes y el dinero que el Ayuntamiento del valle reparte entre todos los Concejos”.

 

Los vecinos de Murillo practican el auzolán, conscientes de la importancia de contribuir con su mano de obra al buen estado del pueblo. En los últimos años, varias han sido las actuaciones realizadas, como la rehabilitación interior y exterior de la ermita de Santa Bárbara, los arreglos del tejado de la iglesia, el pintado de las paredes del cementerio y la realización de dos plantaciones de árboles con fines medioambientales en el entorno de la balsa y detrás de la iglesia. Junto a la iglesia, precisamente, se obtienen las mejores vistas del valle; al frente las sierras, Montejurra y Monjardín y los campos ya verdes. 

Junto al auzolán, en los últimos tiempos se han realizado diversas mejoras. En 2011, se renovaron las redes y la pavimentación de buena parte del pueblo, se arregló una de las paredes del cementerio, se acondicionó el entorno de la balsa y se reformó el interior del edificio concejil. Anteriormente, se quitó el viejo transformador y se renovó el alumbrado público. “Aún tenemos cosas pendientes. Quedan dos calles para terminar el pueblo, hay que arreglar el resto de paredes del cementerio y nos gustaría rehabilitar la fuente del pueblo y recuperar este espacio”, cuenta el presidente. 

La vida en Murillo es tranquila, pero tres son las citas obligadas para la convivencia y la celebración. El pueblo organiza sus fiestas en honor de San Esteban, el fin de semana más próximo al 2 de septiembre y participa en romerías a Santa Bárbara el 25 de abril y a Eguiarte el 8 de mayo. ¿Qué tiene Murillo de especial? Su presidente lo tiene claro. “La vida tranquila. Estamos alejados de la urbe, pero también en contacto, gracias a la A-12”. 

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Así es MURILLO

CATEGORÍA HISTÓRICA. Lugar.

CATEGORÍA ADMINISTRATIVA. Concejo del valle de Yerri.

PARTIDO JUDICIAL. Estella.

MERINDAD. Estella.

COMARCA. Yerri.

POBLACIÓN. En 1986, 36 habitantes de hecho y 38 de derecho.

DISTANCIAS. 38 km a Pamplona y 8 a Estella. 

COMUNICACIONES. Carretera local que enlaza a 3 km aproximadamente con la general N-111y con la Autovía del Camino. 

GEOGRAFÍA. El término confina al N con Montalbán, al E con Lácar, al S con Arandigoyen y al O con Grocin.

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