“No pensaba llegar al ayuntamiento de esta manera. Algo me olía, pero no sabía qué iba a ser”, declaraba el ciclista del Caja Rural después de las doce. Su llegada al consistorio contó con la colaboración cómplice de su amigo, y alcalde de Muniáin-Aberin, Daniel Arnedillo. El vehículo quedaba bautizado como la ‘electrocharanga’. “Estaba casi más nervioso que en carrera. No quería, pero al final la gente me ha puesto”, añadía Guillermo Lana.
Para el cohetero, así como para muchos de los vecinos de la localidad, el primer día es el mejor de las fiestas. Los jóvenes, disfrazados, protagonizan la comida en el frontón, amenizado por el grupo Solaris Jazz Trash. A las nueve y media de la noche llegaba el concurso de disfraces para los mayores.
La concejal de Cultura del Ayuntamiento, Amaia Acedo Oroz, y el alcalde de la localidad, Emilio Jesús Ruiz Recalde, explicaron las novedades del programa preparado por la nueva Corporación. Se sumaba un calderete, se recuperaba la chistorrada el sábado por la mañana, y las jotas, y este año el pueblo contaba con gigantes y gaiteros. “Los gigantes vienen de Lodosa y los gaiteros son los Deierri. Para más adelante, intentaremos tener nuestra propia comparsa”, explicó el alcalde.
Colaboración
Emilio Jesús Ruiz se refirió a las fiestas de Murieta como unas fiestas plurales que atraen a mucha gente de fuera, sobre todo durante el fin de semana. “Se caracterizan por el respeto y espero que la gente colabore y que sea muy feliz estos días”, añadía el primer edil. “Estamos muy contentos con la juventud de Murieta. No pensábamos que se fueran a volcar tanto en la organización”, añadía la edil Amaia Acedo.
Con el disparo del cohete comenzaba oficialmente la fiesta. Desde el balcón llovieron balones y caramelos para los niños. La charanga Jurramendi, de Allo, comenzó a tocar. Un aperitivo en la parte trasera del ayuntamiento, la antigua estación de ferrocarril, servía de transición hasta el mediodía, cuando el frontón acogió la comida popular para los jóvenes, a la que se habían apuntado un centenar de personas.