
¿Cómo va a ser el Festival Internacional de Guitarra Clásica ‘Monasterio de Irache’?
Es un festival totalmente dedicado a la guitarra y es internacional porque va a recibir a artistas de diferentes puntos del mundo: Japón, Italia y Uruguay. Va a ser una cita que quiere ser un lugar de representación de la guitarra clásica en Navarra porque en la Comunidad no hay ningún festival de guitarra, sí está el festival de flamenco On Fire, pero no es específico de guitarra clásica. En el pasado sí que hubo, el de Babiloni aquí en Estella, que se dejó de hacer, y otro anterior. En este caso, nuestro programa incluye cuatro conciertos, masterclass, concurso y conferencias. También este festival quiere ayudar al monasterio de Irache para que tenga mucha más visibilidad.
“Los músicos participantes son músicos jóvenes, premiados y que no tienen tantas oportunidades de tocar en festivales”
¿Cómo surge la iniciativa?
Yo soy el ideador y director artístico del Festival, pero esto no sería posible sin un alumno mío, Javier Luna, que es de la Asociación Los Amigos del Monasterio de Irache, que está colaborando. También tenemos el apoyo del Ayuntamiento de Ayegui y del Gobierno de Navarra y de la sociedad Gure Geroa, con Andrés Gómez. Fue en noviembre cuando organizamos un concierto en el monasterio y fue un éxito. Vino mucha gente y hablamos de esta posibilidad. El monasterio es ideal para una cita así, crea el ambiente perfecto. Es una suma de energías por parte de la música de la guitarra y por parte del monasterio, una unión entre el arte auditivo y el arte visual.
¿Tiene vocación de continuidad y de convertirse en un referente cultural?
Sin duda. Ya ahora, en esta primera edición, tenemos gente que viene de fuera a tocar y alumnos míos de Barcelona y Valencia van a venir. La masterclass es también un gran atractivo para que venga gente.
¿Quiénes son los músicos que van a actuar?
En esta primera edición, son músicos amigos míos, que yo conozco. Son jóvenes, premiados, y que no tienen tantas oportunidades de tocar en festivales. Participan gratis, aunque daremos la posibilidad de que el público haga donativos y como una manera de poner en valor todo lo que hay detrás de la preparación de un concierto.
“Es importante acercar y popularizar el arte. Por eso, el Festival de Guitarra Clásica quiere ser sentido como propio por la gente de Tierra Estella”
Van a tocar Ayumi Fujieda. Ella viene de Japón. Es una chica que estudia en el Conservatorio Superior de Música de Navarra y la he invitado por su alto nivel y su forma de tocar. Después, Gabriele Zanotti, mi hermano y profesor de guitarra clásica en Pamplona. El domingo, le llega el turno a Erika Takada. Viene al festival desde Japón, aunque también estudia en el Conservatorio Superior de Música de Navarra. Por último, Eduardo Baranzano, de Uruguay, que es toda una institución en España como músico y profesor. Ha sido profesor mío y es amigo, ha ganado muchos premios en concursos y ha realizado publicaciones de métodos y publicaciones sobre Fernando Sol y otros autores importantes.
En su mayoría, son gente joven que se tiene que abrir camino. El repertorio será variado, desde música antigua, como Bach, a música moderna y popular como Piazzola y otros.
¿Hay diferencias en la música que hace un guitarrista japonés, italiano, uruguayo o español?
Podemos tener la misma idea técnica o musical, pero cada uno toca en base a su experiencia. Por ejemplo, la música se plasma en base a cómo el ejecutor ve la música, por lo que cada uno pone algo de sí mismo. Un japonés puede tocar con mucha más dedicación, en Italia lo podemos hacer más ligero, pero ambos métodos son válidos y le resultado en calidad puede ser el mismo.
“Queremos que el festival crezca cada año involucrando a más personas para convertirlo en un referente”
¿Interesa la guitarra clásica en la zona de Tierra Estella?
Tiene mucho interés. Entre las escuelas y el Conservatorio de Pamplona y el de Logroño hay mucho movimiento, mucho interés y muchos alumnos. Sí que faltan puntos de referencia, como son los festivales, en los que escuchar a músicos internacionales. La guitarra gusta mucho a nivel popular pero también ha de ser desarrollada y se ha de comprender que hay mucho más que se puede hacer con la guitarra.
¿Qué tiene de interesante y de especial este instrumento?
La guitarra clásica tiene de especial que es un instrumento íntimo, probablemente el más íntimo que existe. Se acerca al corazón de quien toca y al corazón del público. Otros instrumentos, como el violín, necesita el arco; la batería, los palos; en el piano interviene el martillo. Pero la guitarra es uno de los pocos en el que de verdad eres tú el que produce el sonido, sin trámite externo a tu cuerpo. Esto es lo que más me gusta del instrumento.
¿Cómo valoras la oferta cultural que ofrece la zona en particular y Navarra en general?
Probablemente, si te desplazas en fin de semana a centros culturales como Pamplona o Logroño, que están a la misma distancia, el sábado y el domingo hay algo de arte y cultura para disfrutar, pero falta oferta aquí en medio, en Estella, para la gente que no tiene coche o que no se puede mover o que busca algo más cercano. La oferta cultural que ofrece un lugar descubre también otros puntos de vista, como el turístico.
Creo que una ciudad tiene que dar opciones para que el ocio no sea sólo estar con amigos, sino también disfrutar con amigos de algo que pueda subir el nivel de pensamiento y que te haga ser consciente del lugar en el que vives y de cuánto se puede abrir a otras formas de arte y de cultura externas. Es importante acercar y popularizar el arte. Por eso, el Festival de Guitarra Clásica quiere ser sentido como propio por la gente de Tierra Estella.
¿Quién es Mirko, cómo has recalado en Estella?
Llegué 2018 con una beca Erasmus al Conservatorio Superior de Música de Navarra, a Pamplona. Terminados los seis meses, volví a Italia, siempre con ganas de regresar porque me encanta la calidad de vida que hay en Navarra. Tuve la oportunidad de recibir otra beca para hacer practica de profesorado, también en el Conservatorio Superior, y después empecé a buscar trabajo en Navarra. Lo conseguí en la Escuela de Música Scherzo y en Estella vivo desde hace tres años.
¿Cómo comienza tu vinculación con la música?
Por juego. En casa de muy pequeño había una guitarra clásica un poco rota, de mi tío. Con 9 años tuve la ocasión de estudiar en la escuela de música del pueblo y desde entonces nunca he dejado la guitarra. Tengo dos másters, uno en Guitarra Clásica y otro en Cámara, he recibido premios en concurso, y soy muy activo como concertista en los ámbitos solístico y en Música de Cámara, con varias formaciones, y también muy activo en el plano didáctico, con muchos alumnos de todo el mundo en mis clases online.
¿Cómo te encuentras en Estella, en Navarra?
De Estella me gusta que la gente colabora. Este espíritu no se ve en otros sitios. En Italia se colabora por intereses y aquí hay una forma óptima para hacer cosas, un sentimiento de comunidad. Así era donde yo vivo en los años 90 y 2000, pero ya se ha perdido.
¿Cómo está la vida para un músico profesional?
Depende de los objetivos que tenga el músico. Si el músico quiere entrar en una escuela pública tiene que estudiar mucho para hacer las pruebas de acceso y está muy difícil por la alta concurrencia y, si quieres ser concertista, hay que practicar muchísimo y tener muchos contactos. Quizá haya que buscar otras trayectorias fuera de lo normal. Para mí el Erasmus fue la búsqueda de algo diferente. He visto que la mayoría de músicos que salían del conservatorio se apuntaban directamente a escuelas públicas y para mí eso es como ver un conservatorio como una fábrica de profesores. Creo que cuanta más estabilidad tiene un artista, más fácil pierde su alma de artista. Un músico necesita cambios y estímulos.
¿Esa pasión se verá reflejada en el programa que estas preparando en el Monasterio?
Va a ofrecer la posibilidad de ver la guitarra desde varios puntos de vista porque cada artista ve la música de forma diferente. Es importante mostrar la guitarra como un medio para disfrutar de buena música, no verla como un instrumento ni de élite ni demasiado popular.
La música no sólo debe escucharse, también vivirse, y con este festival se quiere crear experiencia auténtica y compartida en la que cada persona pueda sentirse parte de algo hermoso más allá de su conocimiento personal. No hace falta ser experto en guitarra para emocionarse, basta con dejarse sorprenderse por la magia como un lugar como Irache. Esto esperamos que sea el comienzo. El sueño es que este festival crezca cada año involucrando a más personas para convertirlo en un referente para quien ama la música, la cultura y los lugares patrimoniales.
Eres profesor de guitarra en Estella, ¿qué aporta la formación musical a la educación?
Cuando un niño está motivado por sí mismo, no obligado por sus padres, el entorno musical le puede ofrecer muchos cambios. Está demostrado a nivel científico que la música es una de las pocas disciplinas que hace trabajar todas las áreas del cerebro. También influye en la forma de pensar. Pensar en cómo resolver un problema musical es algo que se puede aplicar en la vida. Encontrar la mejor solución está vinculado con la resiliencia. La música también demuestra que con la pasión se pueden alcanzar los mejores objetivos.
¿Hay mucho trabajo detrás de la organización de este primer Festival?
Por suerte me estoy ayudando mucho con la tecnología y me está siendo fácil contactar para obtener colaboraciones. Quería agradecer a Giulia Cilia su aportación con el logo de la iniciativa, que transmite muy bien la unión de la música y el patrimonio.
Dos citas
Sábado 31 de mayo. 12 horas
Actuación de Ayumi Fujieda
(Japón) y Gabriele Zanotti (Italia)
Domingo 1 de junio. 12 horas.
Actuación de Erika Takada (Japón) y Eduardo Baranzano (Uruguay)