““La clave está en un buen servicio. Desde la compra de género hasta el conocimiento de los clientes y de sus necesidades”“Es en el año 2000 cuando adquiere tres casas contiguas en la calle del Comercio y en sus bajos, en una superficie de 300 metros cuadrados, la tienda ‘Lucy’ queda así integrada en el nuevo complejo comercial, a la vez que se traspasa ‘Josecho’. El espacio se denomina ‘Zumaque’. Ese mismo año, el negocio se amplía con una nueva tienda en el paseo de la Inmaculada, ‘Centro textil’. El último hito de la trayectoria empresarial de José Ganuza se produce en 2009 con la ampliación del almacén de venta al detalle en una nave de Ayegui.
Desde hace diez años, el hijo de José Ganuza, Íñigo Ganuza Mauleón, sigue los pasos de su padre.
¿Qué tal ha recibido la notificación del reconocimiento?
Estoy muy agradecido a la asociación de comerciantes de Estella por haberme propuesto. Sabía que era candidato, pero no esperaba salir elegido. Yo pensaba que estos premios se entregaban a personas más revolucionarias dentro de su sector, yo sólo he entendido este trabajo de la manera tradicional.
Lleva desde los 14 años en el negocio. ¿Cómo fueron sus inicios?
Mi abuelo tenía una mercería en los años 30, donde ahora está nuestra tienda ‘Zumaque’, en la calle del Comercio. En la bajera de al lado vendía mi tía Jesusa artículos de mercería y también de bisutería. En mis inicios, ayudaba vendiendo por los mercados de los pueblos, con dos maletas bajo el brazo. Luego me quedé con la tienda de mi tía y en 1971 abría Josetxo, en la plaza Santiago.
¿Cuáles han sido los principales retos de su carrera?
El principal, haber empezado de la nada. Por eso tenía ambición por vender y por crecer.
¿Es hoy en día emprender más fácil o más que complicado que antes?
Todos los negocios siempre han tenido sus dificultades, pero entonces no eran unos tiempos tan complicados como ahora. Emprender era una forma de vida tan normal como trabajar en una fábrica. Hasta hace diez años, cuando no existían las turbulencias de hoy, todo era más fácil. Ahora, además de vivir la crisis, los pequeños tenemos que enfrentarnos a las grandes superficies y a los negocios asiáticos.
¿Qué cambios importantes ha vivido el sector textil?
En los últimos diez o quince años, el sector textil se ha modernizado mucho. La gente quiere comprar lo que le sorprende, lo que le gusta y le llama la atención. No es una cuestión de necesidad sino un modo de sentirse bien. ¿Quién no tiene hoy en día el armario lleno?
¿Han llegado las nuevas tecnologías al pequeño comercio? ¿Algún día venderá on-line como hacen muchas cadenas, la última, Zara, desde hace tiempo?
La Red tiene una gran capacidad de venta. Hay que buscar productos que se puedan ofertar así.
¿Cómo se puede hacer frente a las grandes cadenas y a los bazares?
La clave está en el servicio. El trabajo bien hecho es lo fundamental. Desde la compra de género, hasta el conocimiento de los clientes y de sus demandas. Además, por supuesto, la calidad es muy importante.
Por esta competencia, ¿tiene el pequeño comercio los días contados?
Hay que entender que no. Los comercios urbanos tienen que existir si queremos ciudades vivas. El comercio mantiene las calles limpias y bonitas.
Como comerciante y miembro fundador de la Asociación de Comerciantes, Hostelería y Servicios de Estella, ¿qué salud tiene el comercio estellés?
La gente está mucho más concienciada por los tiempos que vivimos y el comercio se encuentra más profesionalizado. Antes ponía una tienda cualquiera, ahora se ve que no es tan fácil. Son muchas las horas de trabajo y hay que invertir el patrimonio y la inteligencia para desarrollar un modo de vida. ¿Buena salud? No hay más remedio que seguir adelante. Los judíos algo nos dejaron.
Después de una experiencia tan larga, ¿qué consejo le da ahora a su hijo?
Él ya lo sabe. El negocio es servicio y hay que ofrecerlo con calidad para conseguir que tu cliente sea incondicional.