“Tras el chupinazo, la imposición de pañuelicos a los nacidos durante este año aumentó simbólicamente la población de la localidad“
Un momento realmente especial para los vecinos del municipio, cuya población aumentó simbólicamente tras el chupinazo con la anual imposición de pañuelicos a los nacidos durante ese año. Cinco pequeños, cuatro niñas y un niño, que se convirtieron de manera oficial en vecinos del municipio y que por primera vez pudieron disfrutar de sus fiestas.
Ya una hora antes del estallido, todo el que quiso pudo ir calentando motores con la anual txistorrada que tuvo lugar en la plaza; una gran ocasión para dotar de energía al cuerpo, pero no la única, puesto que al mediodía se celebró el tradicional concurso de calderetes y le siguió la también anual comida popular. Geniales oportunidades para coger fuerzas y poder afrontar así el resto del día y las consecuentes jornadas festivas.
Para todos los gustos y edades
No era para menos; el programa ofreció una amplia gama de actividades: partidos de pelota, pintxo pote, toro mecánico, juegos infantiles, hinchables, disco móvil, orquestas, lunch para los jubilados, bingo, encierros, etc.
Un horario de diversión sin grandes novedades, pero con un esquema que se sabe que funciona, que gusta, en palabras del alcalde, José María Ros. “En todos estos pueblos el programa es parecido, se repite, y somos comedidos con los temas presupuestarios: ofrecemos lo que haga falta, pero si algo no es necesario, no se pone, no hacemos cosas por hacer. Pienso que la gente se lo puede pasar bien sin grandes alardes, con cosas pequeñas”, lo que, un año más, se cumplió y Abárzuza llenó sus calles de familias y amigos que bailaron, rieron y se lo pasaron en grande.
Título
El protagonista
Pedro Torrano Urabayen, concejal de Abárzuza y presidente de la Mancomunidad de Servicios Andía, fue el afortunado en encender el cohete que dio inicio a las fiestas de la localidad en la que lleva afincado 33 años.
¿Primera vez que lanza el cohete?
Sí, primera vez. Estuve en otra legislatura hace 25 años, pero no lo lancé. Esta vez hicieron votación y salí elegido, supongo que por ser el presidente de la mancomunidad y porque otros, como la txaranga o la asociación de mujeres, ya lo habían tirado. La verdad es que me ha hecho ilusión.
¿Cómo ha vivido el momento?
Con un sentimiento muy hondo. Es un momento único. Ves desde el balcón a toda la gente en la plaza y es un momento muy emocionante, compartes la alegría con todos los vecinos.
¿A quién dedica este cohete?
En especial a nadie, pero si hay que dedicárselo a alguien, ha habido dos personas que han fallecido recientemente, uno de ellos de mi cuadrilla, así que a ellos: Joaquín y José.
¿Había pensado en qué iba a decir o ha improvisado?
Más o menos. Tenía claro que quería saludar en castellano y en euskara y desearles a todos felices fiestas.
¿Qué es lo mejor de las fiestas para usted?
El primer día, por el concurso de calderetes, el ambiente de los chabisques, el juntarte con las cuadrillas, etc.
¿Cómo vive las fiestas?
Como concejal, acudo a la procesión, colaboro en preparar el concurso de calderetes, en poner las mesas… pero se puede llevar, me queda tiempo para estar con la familia y los amigos.
¿Cree que van a ser unas fiestas especiales?
Sí. Si el tiempo acompaña, sí que lo creo.
Un deseo para estas fiestas:
Que la gente del pueblo se divierta y también todos los que decidan visitarnos, que serán bien acogidos. Además hay distintas actividades como partidos de pelota, actuaciones musicales, actuaciones infantiles…