“Las vísperas, la procesión y las kalejiras, presencia obligada para los gigantes”A las doce y cuarto partía la comitiva desde la iglesia de San Román. El vecino José Antonio Hermoso -acompañado por los niños Héctor Apesteguía y Sergio Ros- abría la procesión portando la cruz. Aseguraba que ésa era su colaboración desde hace más de 30 años. Detrás de la Cruz, elemento más vistoso de la procesión, seguía la pareja de gigantes, que este año cumplen sus 25 fiestas. A continuación y bajo palio iba el párroco de la localidad, Fernando Mondeño, con la cruz-relicario que alberga, presumiblemente, un trozo de la Cruz de Cristo, otros dos sacerdotes, el Ayuntamiento y la txaranga Galtzarra.
La tarea de portar el palio corrió a cargo de los vecinos de Cirauqui Vicente Ros, Miguel Pérez de Ciriza, Charo Vidaurreta, Jesús Apesteguía, Marta Aceldegui y Juan Apesteguía. También acompañaban en la procesión el párroco de Ablitas y el fraile natural de Ciraqui Francisco López de Dicastillo. La representación municipal corría a cargo del alcalde, Peio Apesteguía, el abanderado Juan Manuel Jarauta, y los ediles José Luis Asurmendi, Sergio Laita, Carmen Hermoso y Arguiloa Goñi.
La comitiva a la que se fueron sumando vecinos, sobre todo en los primeros compases del recorrido, partió de la iglesia para cruzar las calles Eskinza, Markora, Mayor, Carros, Santa Catalina y las plazas Rebote y Grande, antes de regresar al interior del templo para la eucaristía. En la calle Santa Catalina se vivió el momento más espontáneo del acto religioso, cuando un grupo de vecinos, guitarras en mano, acompañaron la jota cantada por uno de los integrantes.
Al término de la misa, los vecinos pudieron degustar un aperitivo en el ayuntamiento y en la plaza para seguir después con una actuación de jotas. Por la tarde, se celebró un festival de pelota, hubo ronda por el pueblo con la comparsa y baile con orquesta. La fiesta, que comenzaba la víspera, contó con el cohete, mus, baile y toro de fuego. Destacó también un homenaje a la comparsa de gigantes por su veinticinco aniversario.
25 años de la Comparsa
Éste fue uno de los momentos importantes de la fiesta. La comparsa se creó en 1984, idea de Antonio Laita. Ese año nacían los gigantes Román y Catalina y los cabezudos Abuela, Bruja y Macario. Las cabezas de los gigantes se construyeron en un taller artesanal de juguetes de Olot. Román mide tres metros trece centímetros y pesa 24,8 kilogramos. Catalina le supera en altura, 3,20 metros, pero pesa 23 kilos.
La participación de la comparsa en fiestas es fundamental. Su presencia se hace inevitable las Vísperas, cuando se acompaña al Ayuntamiento hasta la iglesia para celebrar la Salve cantada a la Virgen; el día de la procesión y en todas y cada una de las kalejiras.
Los gigantes y cabezudos vivieron unas fiestas en las que no faltó la música de orquesta y conciertos, torico de fuego, auroras, jotas, pelota, sardinada, concursos de baile, comidas populares, degustaciones gastronómicas, lanzamiento de txapela, chistorrada, vacas, concurso de disfraces, hinchables para los niños, chocolatada y hasta bingo. •