Lo que pudo haber sido y no fue

Lo que pudo haber sido y no fue

El río Ega acaparó la atención de los vecinos durante la tercera semana de enero con una crecida al límite del desbordamiento

El río Ega acaparaba durante la tercera semana de enero la atención de los vecinos de Estella. Las lluvias persistentes derritieron la nieve de las sierras y provocaron un importante incremento del caudal que llegó a alcanzar los 3,94 metros (193’69 m3/s) el sábado 19 al mediodía, según datos publicados por la Confederación Hidrográfica del Ebro a través de su página web. Ante el aumento de la avenida de agua durante la semana, el Ayuntamiento se vio obligado a tomar medidas preventivas y a advertir a la ciudadanía del riesgo potencial que existía. Sin embargo la crecida del Ega a su paso por Estella provocó incidencias aisladas.

Un bando municipal recomendaba retirar los vehículos e invitaba al comercio a tomar medidas contra el agua 

La señal de alarma ante el riesgo de inundación en las riberas del Ega se daba el viernes 18, cuando el consistorio, a través del Área de Protección Civil, emitía un bando municipal, que se pegó por las calles de la ciudad. En él se recomendaba retirar los vehículos de los aparcamientos subterráneos y de las zonas en superficie próximas al río, como la plaza San Martín y Fray Diego, Curtidores o Valdelobos. Unos días antes, ya el miércoles 16 por la mañana, se había prohibido aparcar en la zona de la ribera del Ega próxima al antiguo solar de Renolit. 

Según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro, el nivel del río Ega comenzó a subir progresivamente durante la noche del 13 al 14 y en la mañana del 14, pasando de los 0’86 metros a los 2,05  del martes 15 a las dos de la tarde. El nivel seguía en ascenso y a las dos de la madrugada del miércoles 16 sobrepasaba los tres metros para alcanzar un nuevo pico el jueves 17. Desde la una hasta las tres de la tarde, el Ega mantuvo 3,34 metros y saltaban las primeras alertas entre los comerciantes próximos a la ribera del Ega. 

Esta cifra, que ya había atraído la atención de numeroso público en las proximidades del puente del Azucarero y del Puente de la Vía, volvió a ser superada. Como se esperaba, aunque con unas horas de retraso, el sábado 19 de enero, de tres a cuatro de la tarde, el Ega rozaba los cuatro metros (3,94) de nivel e inundaba algunos bajos en la ciudad. Durante las horas centrales del día, los puentes se convirtieron en lugares de peregrinación; la multitud se acercaba para ver la fuerza de la naturaleza, mientras los comercios cercanos presentían lo peor y ya habían colocado todos los sistemas artesanos que complicaran al agua la entrada a sus locales. 

Lo que pudo haber sido finalmente no fue, a pesar de la expectación. Pero poco faltó. Según cálculos ofrecidos desde el parque de bomberos, la cota de desbordamiento en la plaza de Sancho Ramírez, confluencia de calle Mayor y la calle Zapatería, es de 4.30 m. Este límite no quedaba lejos. Sin embargo, desde que el nivel rozara el sábado los cuatro metros, el caudal comenzó a bajar. De manera progresiva el domingo y durante el arranque de la siguiente semana, la situación se restablecía de nuevo. Los problemas afectaban al río Ebro en la zona de la Ribera. Estella volvía a respirar tranquila.

Del agua a la nieve

Tampoco fue lo que muchos hubieran esperado. El blanco de la nieve apenas llegó a las calles en la ciudad del Ega. La precipitación en forma de nieve ligeramente se quedaba en los tejados en las mañanas del lunes 21 y el martes 22. La cota bajó hasta los 400 metros, por lo que el manto de nieve solamente se posó en las sierras de Tierra Estella. El frío, acuciado por el viento, sí se hizo notar durante la cuarta semana de enero en Estella y en su merindad.  

Febrero de 2003… 

Sólo un ejemplo de lo que pudo haber sido y no fue. En febrero de 2003, ésta y muchas otras imágenes eran captadas por los vecinos en dos crecidas del Ega que se convirtieron en grandes inundaciones. El 4 y el 26 de febrero queda guardado en la memoria de los estelleses cuando el agua sobrepasaba la cota de los 4,3 metros en las proximidades del puente del Azucarero. Este punto se convertía en una gran piscina que  se extendía por la calle Mayor causando importantes daños en comercios, bajos, aparcamientos subterráneos y también en la biblioteca de Estella. En Valdelobos el caudal desbordado anegaba campos y huertas. 

 

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Datos

NIVEL MÁXIMO. 

El río Ega subía de nivel hasta los 3,94 metros el sábado 19, de tres a cuatro de la tarde. El nivel antes de la riada rondaba los 80 centímetros, sin superar el metro. 

CAUDAL MÁXIMO. 

En el momento de nivel máximo, el caudal del Ega era de 193’69 m3/s. Cabe destacar que el caudal antes de la riada, por ejemplo el domingo 13, oscilaba entre los 4 y los 5 m3/s. 

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