“Como novedad, este año se sumaron comercios de alimentación y papelería”
Sobre todo los comercios de textil, moda, calzado, complementos, deportes y hogar, pero también de otros sectores diferentes, participaron en la feria del stock hasta sumar 38 establecimientos. La hostelería se unió con la representación de siete bares que ofrecieron pinchos y precios especiales. Además de la moda y de la hostelería, otros sectores como la alimentación y la papelería quisieron estar presentes con su stand en esta ocasión.
María Ezcurra Quintana y Leticia Díez López atendían el puesto de Imprenta Jornada, era su primera vez en ‘Lizarrastock’ y se mostraban satisfechas. “Fuimos los primeros en llevar el viernes por la mañana, y la verdad que ha sido una experiencia muy buena. Hemos vendido sobre todo mochilas y bandoleras y también estuches y muchos otros detallitos. Estamos contentas”, apuntaba María Ezcurra, desde la plaza de los Fueros.
En la esquina de la calle Mayor con Baja Navarra, ante uno de los establecimientos veteranos de Estella, Casa del Santo, se encontraba atendiendo a la gente y recolocando las prendas de ocasión Marian Aráiz. La participación también la consideraba positiva. “La iniciativa está muy bien porque si el género está dentro no es tan fácil para la gente entrar, da más reparo. Sin embargo, aquí fuera, con todas las cosas a la vista, es más fácil. La gente ha aprovechado a comprar porque son precios más bajos, muy apetitosos realmente”, decía. En su opinión la gente ha esperado este año a las rebajas, pero no tanto a la feria del stock. “La gente ha comprado en rebajas, pero esto es pasar, ver y picar”, añadía.
Temporada corta
Algo más crítica con las campañas de descuentos se mostraba Ana Ocáriz, de Boutique Virginia, en la calle del Comercio, otra de las zonas con mayor concentración de puestos. Explicaba que, si bien las rebajas e iniciativas como el stock estaban muy bien para retirar género, la política de rebajas continuada no era del todo beneficiosa para el comercio. “Pasa sobre todo ahora en otoño-invierno. La gente espera a rebajas y, entre que el invierno entra tarde y las rebajas empiezan pronto nos vemos ofreciendo el género prácticamente en rebajas y nos cargamos la temporada. Por el contrario, la campaña de primavera-verano es más beneficiosa porque es más amplia”, aseguraba.
El viernes y el sábado, mañana y tarde, y el domingo, sólo por la mañana, las calles del centro de Estella fueron un hormigueo continuo de gente. La iniciativa conseguía uno de los objetivos principales de la Asociación de Comerciantes, Hostelería y Servicios de la ciudad: crear ambiente y contribuir a una ciudad viva en todos los sentidos.