
“El Ayuntamiento repartió 200 botellas de cava para celebrar el inicio deIrache Fernández ofrecía desde el balcón consistorial unas palabras cargadas de sentimiento y emoción. Quiso recordar a sus compañeros de Corporación y dedicar el cohete a su hermano, que estaba a su lado, por “cómo vive el día a día”. Tras sendos vivas y goras a la Virgen de Nievas y un felices fiestas, deseó, asimismo, que fueran unas fiestas de alegría y de respeto.
las fiestas de la localidad”
El alcalde de Dicastillo, Carmelo Salvatierra, explicó que el cohete volvía a ser responsabilidad de un concejal, después de que en los últimos años lo hayan tirado diversas asociaciones de la localidad, como el presidente de los donantes de sangre de Dicastillo, Miguel Azcona, el año pasado, o la Charanga. “Es una manera de agradecer a la Corporación que día a día estén dando el callo”, apuntó. Su deseo para fiestas no era otro que el disfrute. “Que cada céntimo de euro de este presupuesto se multiplique por alegría y felicidad de todos los vecinos y visitantes”, añadía.
Las fiestas de la localidad cuentan este año con un presupuesto de 48.000 euros, diez mil menos que el año anterior. El teniente de alcalde, responsable del programa de fiestas, Luis María Iturbide Luquin, apuntó que en los dos últimos ejercicios se ha reducido un total de 12.000 euros. “Se han suprimido comidas y aperitivos de representación que son gastos prescindibles”, decía.
Ronda copera
Otras novedades del programa son la ampliación de una a dos las actuaciones de animación infantil, una ronda copera por el pueblo, en la que los chabisques se implican. También se incluía en el programa una exhibición de caza con arco y un curso de iniciación para los niños organizado por la sociedad de cazadores. “Sin la participación de las asociaciones estas fiestas no serían las mismas”, incidió el edil.
Previamente al inicio de las fiestas, en los bajos del ayuntamiento se celebró un almuerzo popular y una recepción a los representantes de las asociaciones y colectivos de la localidad. Minutos antes del lanzamiento del cohete, los niños hacían cola ante la puerta del ayuntamiento para recibir botellas de cava con las que celebrar el inicio de las fiestas. Se repartieron 200. Después, la charanga daba una vuelta al pueblo en ronda copera y amenizaba las calles de la localidad.
El resto de los días de fiestas se dedicaban a los jubilados, la juventud, San Emeterio y San Celedonio (miércoles), la patrona la Virgen de Nievas (jueves) y el niño (viernes). El fin de semana aglutinaba también un buen número de actos.