El nuevo curso comenzaba, por primera vez desde el surgimiento de la pandemia por COVID-19, sin ningún tipo de restricción. Los grupos de convivencia estable en Educación Infantil, Primaria y Educación Especial podrán interactuar en cualquier situación y espacio físico de los centros, al igual que los grupos de ESO, Formación Profesional y Bachillerato. También se ha eliminado la distancia interpersonal en los comedores y el resto de actividades del centro, así como en las extraescolares.
El mayor cambio, al menos estético en el arranque escolar, fue la eliminación de las mascarillas, incluso en el transporte escolar para el alumnado de 3 a 6 años, y solo se mantiene la ventilación de las aulas varias veces al día entre clases.
Al margen de la pandemia, que ya prácticamente ha quedado atrás, los centros educativos afrontan un nuevo reto: la aplicación progresiva de la nueva ley educativa, la LOMLOE que, de momento, convive con la anterior, la LOMCE, en un periodo de transición que facilita la adaptación de los docentes y del propio alumnado.
Los primeros
El colegio Mater Dei, de Ayegui, con un total de 380 alumnos, era el primero en abrir sus puertas el miércoles 7 a las 8.45 horas. Para toda la comunidad educativa -alumnos, claustro de profesores y familias- la vuelta fue una bienvenida a la normalidad pre pandémica. A ello se refiere el director, Andrés García. “Las entradas las hemos hecho como eran antes y nos hemos encontrado todos sin restricciones. Este curso arranca con todas las posibilidades abiertas y con mucha ilusión”, explica. Aunque, en palabras del máximo responsable pedagógico, el pasado curso se puso todo el esfuerzo en adaptar las formas de trabajo a la situación, la normalidad ahora facilita enormemente la labor.
Poco después del inicio en Mater Dei, el patio del colegio de Santa Ana se llenaba de vida con la entrada del alumnado de Primaria a las diez y de Infantil media hora más tarde, en total 420 alumnos. El encuentro de los escolares, de las familias y del profesorado del centro con jornada continua fue una auténtica fiesta. En palabras de la directora, Chus Alberdi, lo que más se ha echado de menos. “Hemos vivido una mañana súper bonita, teníamos muchísima ilusión por volver a la normalidad, estar todos juntos en el patio, vernos las caras desde el primer día. Nos hemos sentido muy emocionados. El momento de abrir la puerta y de entrar los alumnos corriendo ha sido muy especial después de años anteriores en los que todo estaba muy medido y no se mezclaban para evitar todo contacto”, aseguraba.
Una jornada más de vacaciones, o un día más de espera, según cómo se mire, disfrutaron los alumnos del colegio público Remontival y los de Lizarra Ikastola; ambos iniciaban su actividad a las nueve de la mañana.
Mientras que Remontival iba recibiendo al alumnado que se acercaba a pie o en los autobuses de ruta escolar, Lizarra Ikastola abría sus puertas. Los patios de ambos centros recuperaban la energía única que trae consigo el inicio de curso. Remontival, el centro con mayor alumnado de Tierra Estella –este curso se han matriculado 618 escolares- estrena nueva dirección. Joana Corres Soto encabeza el nuevo equipo post pandemia. “Empezamos con muchísimas ganas, energía e ilusión. Volvemos a nuestra jornada partida, la que teníamos antes de la Covid-19 y lo hacemos sin restricciones y dejando atrás lo que supuso la pandemia”.
En Lizarra Ikastola, la actividad bullía también en los pasillos en todos los niveles, especialmente en Infantil, donde el centro recupera su apuesta educativa de espacios abiertos para favorecer la relación entre el alumnado. El director, Joseba Tristán, se refería a la importancia de funcionar como un centro muy unido. “La ikastola siempre ha incentivado la conexión entre etapas y vamos a poder recuperar las actividades, también las de calle, que nos hacen funcionar como centro unido. Somos una gran familia y queremos transmitirlo así”, decía.
Para este nuevo curso, el centro, que retoma su jornada flexible, parte con tres claros objetivos. “La adaptación a la nueva ley educativa LOMLOE, promover una mayor participación de las familias después de unos cursos en los que muchas actividades fueron suspendidas e impulsar el uso del euskera entre el alumnado y las familias, que es la bandera de este centro”, añadió Tristán.
Durante el verano, los edificios e instalaciones de los colegios se han puesto a punto para recibir el nuevo curso. Mientras que Mater Dei ha mejorado su aparcamiento con la creación de una acera y ha renovado aulas en Primaria, Santa Ana mantiene su acceso desde el patio y Remontival ha pintado aulas, gimnasios y la entrada al colegio, además de cambiar suelos e instalar una cocina para trabajar con el alumnado. En cuanto a Lizarra Ikastola, ha mejorado su aula multisensorial para el trabajo de alumnos con dificultades. Además, el centro platea abrir este espacio a otros usuarios de Tierra Estella el próximo año.
Los números, centro por centro
COLEGIO SANTA ANA. 120 alumnos en Educación Infantil, 276 alumnos en Educación Primaria y 24 en 0-3 años. TOTAL: 420.
COLEGIO REMONTIVAL. 154 alumnos en Educación Infantil (74 modelo D y 80 A-G/PAI), 457 en Educación Primaria (186 en modelo D y 271 en A-G/PAI), 4 en Aulas Alternativas y 3 en UT. Total: 618 alumnos.
LIZARRA IKASTOLA. 127 alumnos en Educación Infantil y 262 en Educación Primaria. Total: 389. El ciclo de ESO acoge a 175 alumnos. La matriculación continúa abierta para el ciclo 0-3 años.
COLEGIO MATER DEI. 278 alumnos en Educación Primaria y 102 en Educación Infantil y 37 matriculaciones en el ciclo 0-3 años. Total E.I. y E.P, 380 alumnos.
