La novedad de la Semana Santa fue la preparación de la primera procesión de la Oración en el Huerto, paso que representa la angustia antes de ser detenido Jesús y de empezar la Pasión, o sufrimiento.
El jueves, a las ocho y media de la tarde, el paso dejaba atrás el interior de la iglesia de San Juan para realizar un pequeño recorrido de una hora de duración entre las plazas de Santiago y de los Fueros gracias a la participación de 34 voluntarios, que permitieron el relevo del peso sobre los hombres cada poco tiempo. También como elemento diferencial, el público pudo acompañar al paso detrás sosteniendo unas velas que la organización proporcionó y creando un ambiente de cercanía y participación.
La vice priora de la Hermandad de la Santa Vera Cruz, Ana Tomás, destaca la expectación que este nuevo momento proporcionó. “Resultó una procesión muy bonita, con muchísima gente. Personalmente, me sorprendió tantas personas acompañando a lo largo del recorrido y quienes quisieron ir detrás. La verdad es que esta procesión ha tenido muy buena acogida”. Y ha llegado para quedarse, porque, asegura Tomás, el objetivo es continuarla.
La otra cara de la moneda, en la que el tiempo tuvo todo que ver, fue la suspensión de la procesión del Santo Entierro que en la tarde-noche del Viernes Santo realiza su recorrido durante casi dos horas. Para este acto son necesarios 250 voluntarios –porteadores, elementos, miembros del Evangelio, antorcheros, etc.-, petición que llegó a cumplirse, aunque los nueve pasos y el resto de elementos no pudieron salir de la iglesia de San Juan.
La Hermandad esperó todo lo que pudo, pero la lluvia de una hora antes hacía vaticinar lo peor. “Aunque las previsiones daban una hora de tregua, sin agua, no podíamos arriesgarnos a salir porque volver no es rápido. No podíamos arriesgarnos a resbalones de los porteadores ni a que los pasos sufrieran daños por caídas o por efecto del agua”, asegura Tomás.
La decisión se tomaba a las ocho de la tarde, media hora antes del inicio previsto, reunidos los priores de los pasos en la sacristía. Se decidía entonces modificar el programa y realizar un viacrucis en el interior de la iglesia, un acto en el que no faltó la banda de música, cuyos integrantes se situaron en el coro del templo.
A pesar de todo, la valoración que realizan los organizadores es muy positiva de esta Semana Santa, con un factor, la climatología, que es el único que no se puede controlar. “Es verdad que no pudo ser salir en procesión, pero sí pudo ser todo lo demás: el trabajo realizado, el hecho de unirnos, que todos los porteadores que se comprometieron fueron el viernes, nadie dejó de ir por la lluvia. Pudo ser todo el sentimiento, que es lo que realmente importa. Por supuesto que ha sido una pena no poder sacar los pasos y lucirlos, pero el acto en San Juan ha sido también muy bonito y emotivo”, expresa la vicepriora.
El programa de actos era posible este año gracias al esfuerzo de voluntarios, colaboradores y personas: la Unión Musical Estellesa, la banda de tambores, el trompeta, la Escuela de Música Julián Romano, el Coro de la Familia, la Coral Ereintza; gracias al aporte de camiones de Grúas Zuasti, Construcción Iván Perusqui, Jesús Sánchez, baterías para iluminar los pasos, a cargo de Automóviles Marco; y la colaboración y el apoyo del Ayuntamiento de Estella, de la Mancomunidad de Montejurra, de la Institución Príncipe de Viana, de Construcciones Leache, de la parroquia de Estella y de la Diócesis de Navarra. “Nuestro agradecimiento de corazón a todas las personas y entidades que han participado o han colaborado de alguna manera y han hecho posible una Semana Santa con mucho sentimiento y mucho cariño”.
Histórico lluvioso de la procesión
Cada año, la Hermandad de la Santa Vera Cruz mira al cielo conforme se acerca la celebración de la procesión. La suspensión este año no ha sido única en la historia de la Procesión de Viernes Santo desde su recuperación en 1992. El acto central de la Semana Santa estellesa ya se tuvo que suspender en 2008 y en 2013 por causas climatológicas. A ello se suman las dos ediciones, la del 2020 y 2021, cuando no se celebró con motivo de la pandemia y otros dos años, cuando no fue suspendida pero sí se vio afectada por la inestable climatología: en 2009, el recorrido se acortó, al igual que en 2011, cuando, además de acortarse, los pasos tuvieron que ser cubiertos con plásticos como medida de protección.
DATO. 1.250 cofrades
La Hermandad de la Santa Vera Cruz la integran actualmente 1.250 cofrades que se comprometen a realizar una aportación anual mínima de 5 euros. El colectivo está abierto a todas las personas que deseen formar parte.
La junta de Gobierno de la Hermandad la integran la priora general, Patricia Miguel; los vice priores Ana Tomás y Andrés Valencia; el tesorero, Ángel Manuel Luquin, y el capellán, Javier Resano.
La Junta de Priores está compuesta por los priores de los nueve pasos: Miguel Ángel Cerviño (Oración en el Huerto), Ramón Echeverría (Cristo Atado a la Columna), Sergio Blanco y Carlos Aramendía (Ecce Homo), Ana Tomás (La Verónica), Roberto Juániz (La Cruz a Cuestas); Juan Carlos Esquíroz (El Descendimiento), Miguel Ángel Ciriza (el Santo Entierro) y Alfonso Abajo y Hugo Higuera (La Dolorosa). Al frente de los tambores se encuentra Andoni Ocáriz y, del Antiguo Testamento, romanos y los cuatro Elementos, Ana Cordón y Julia Cárdenas.
Rehabilitación de la fachada y portada del Santo Sepulcro
Los pasos de la procesión de Estella se guardan desde hace años en el interior del Santo Sepulcro. Con motivo de las obras de rehabilitación de la fachada y portada del templo, la Hermandad acordó con la empresa adjudicataria de los trabajos, Segarte, que las escaleras de acceso estuvieran terminadas para Semana Santa y los andamios retirados para poder sacar del interior cada uno de los pasos. Días antes, voluntarios acudieron al Santo Sepulcro a limpiar los pasos que durante el periodo de obras permanecieron cubiertos de plásticos. De vuelta a su lugar de descanso, las obras vuelven a estar tapadas con plásticos y telas para su mejor preservación.
