“Los festivales de cantos de Navidad están muy arraigados en la programación de la Merindad
”
Los villancicos son ya una tradición en los pueblos de la comarca. El jueves 20 se celebraba un festival en Estella con la participación del alumnado de los centros Santa Ana, Mater Dei, Remontival y Lizarra Ikastola, que recorrieron las calle llevando sus voces y los instrumentos típicos de este momento del año por todos los rincones. Cada grupo partió de un punto diferente de la localidad para converger una hora después en la plaza de los Fueros y entonar al unísono ‘La Marimorena’ y ‘Hator-Hator’. Las calles de la ciudad cobraron alma navideña durante una de las tardes más especiales de la Navidad para los niños.
Los cantos típicos de la Navidad no solamente conquistan a los pequeños, los adultos ensayan durante las últimas semanas del año para otros festivales en Tierra Estella. Conocidos y asentados en la programación son los festivales de la zona de Los Arcos. La iglesia de Espronceda acogía el 29 de diciembre la actuación de los coros de Bargota, Desojo, Espronceda, Los Arcos, Torres del Río, la rondalla Santa María y la Agrupación Musical de Los Arcos.
Ese mismo día, Etayo acogía a su vez la décimo primera edición del festival de Valdega. La iglesia de la Asunción alcanzaba el lleno para presenciar la actuación de los cinco coros, en representación de todo el valle. La unidad parroquial de Ancín será la organizadora este año, con el párroco Joaquín García de Galdeanoa la cabeza.
Primero actuó el coro de Oco-Mendilibarri que cantó los villancicos ‘Gloria, Gloria al señor’, y ‘Tres reyes magos llegan de Oriente’. A continuación fue el turno de Ancín, el coro más numeroso, con ‘En Navidad’ y ‘Burrito sabanero’. Tomaba el testigo Murieta-Abaigar con ‘Aurora y clavel’ y ‘Duérmete ya mi niño’. Seguía Legaria con ‘Gloria a Dios’ y ‘Adeste Fideles’ para terminar el coro anfitrión, de Etayo-Olejua, que cantó ‘Navidad tiempo de Dios’, ‘Un arco iris de sol y nieve’, y ‘Venid’. Como colofón todos los coros juntos deleitaron al público con el ‘Noche de Dios’.
El cine infantil, el teatro, las exposiciones y los conciertos fueron un continuo durante las vacaciones de Navidad. La casa de cultura Fray Diego de Estella acogió la exposición de dibujos navideños de los escolares y la de la Asociación de Belenistas Tierra Estella. Numeroso público pasó por el centro cultural para visitarlas. En concreto, 4.800 personas visitaban la exposición de belenes, un número que supera las visitas de años anteriores. El colectivo quiere agradecer la colaboración de todas las personas que han hecho posible la tercera exposición de belenismo en Estella.
Talleres no han faltado en Navidad. Entre otras iniciativas, el Museo del Carlismo ofrecía uno bajo el título ‘Dime cómo te retratas y te diré quine eres’, dirigido a los niños, con el objetivo de acercarles el retrato como genero pictórico. También se explicaron conceptos relacionados con la el Carlismo y la historia.
Por dar otro ejemplo, en Oteiza se celebraba un taller y concurso de puzles, en el que participaron 25 parejas, divididas en tres categorías. En la categoría de 6 a 8 años ganó la pareja formada por Uxue Morentin y Oneca García; en la categoría de 9 a 12 años, Iris Barrenechea y Nora García, y en la de 13 a 99 años, Mª Carmen Lacalle y Pilar Martínez fueron las primeras en terminar su puzzle.
Los sorteos de 1.000 euros de la Asociación de Comerciantes, Hostelería y Servicios de Estella-Lizarra también contribuyeron a poner ambiente en las calles de la ciudad y, sobre todo, en la plaza de los Fueros. Los tres sorteos tuvieron premiado en cada una de las citas. El primer premio recaía el 15 de diciembre en Víctor Pérez, el segundo se lo llevaba Puy Echeverría Romeo, poseedora del boleto ganador entregado en Librería-Papelería Ino, y el tercer sorteo, celebrado el día 29, fue para María Mac, quien lo recibía por las compras realizadas en Alberto Gómez de Segura.
La Asociación de Comerciantes contribuía a la Navidad con otras actividades, como hinchables, toro de fuego, música y, además, volvía a instalar en la calle San Andrés la pista de hielo para disfrute de los niños. La rutina diferente del periodo navideño permitía coger fuerzas en el tránsito hacia el año nuevo.