
¿Cómo organizáis el trabajo? ¿Hacéis un previo antes del enlace y un post boda?
El paquete más demandado es cobertura total de la celebración con dos fotógrafos. También nos suelen pedir una preboda como toma de contacto previa. El secreto es construir una historia que se pueda recordar en un álbum.
¿Por qué se caracteriza vuestro trabajo?
Ayudamos a nuestros clientes a organizar la línea espacio temporal del evento para envolverlos en un ambiente muy favorable y así garantizar su disfrute total del día.
Asimismo, hacemos prebodas y postbodas en los lugares más apetecibles para nuestros clientes.
¿Qué tipo de fotografías ofrecéis?
El estilo de fotografía que ofrecemos es natural ya que es lo que más nos piden. Por otro lado, yo empecé fotografiando moda o sea que los posados no me asustan tampoco. Mi trabajo tiene como objetivo construir historias que sean recordadas a lo largo del legado de esa pareja. Como profesionales del mundo de la fotografía, ¿qué consejos podéis ofrecer a las personas para una sesión? El mejor consejo que les doy a las parejas es que sean ellos mismos, y que se olviden que estoy allí. Durante la boda es fácil porque el vértigo les hace ser naturales. Sobre el vestuario les suelo dar pautas y colores en función del sitio al que acudimos.
En cuanto a exteriores, ¿os adaptáis a los deseos de vuestros clientes? ¿Tenéis algún escenario favorito?
Sobre los exteriores hacemos una pequeña puesta en común de ideas y procuro buscar el sitio que más se adecúe a lo que la pareja quiere. Mi objetivo es que se sientan especiales. Dos sitios únicos para mí son Las Bardenas y Zumaia.