
El presidente del colectivo, Manolo Carretero, tomó la palabra en el restaurante Astarriaga para justificar la elección de Hermoso de Mendoza entre todos los nombres del toreo que participaron en la feria de agosto. “La decisión ha sido unánime. El día acompañó a Pablo. El primer toro fue muy malo, muy reservón, pero él supo mantenerlo en su terreno, entró e hizo lo que quiso. En el segundo toro salió a por todas y no se le escapó la banderilla ni un milímetro”.
Su buen hacer hacía al rejoneador merecedor de la estatuilla de cabeza de caballo que tomó de manos de Paula Astarriaga. La madre de Pablo, Natividad Cantón, recibía un ramo de flores en representación de las madres de todos los toreros que sufren las que más desde “el otro lado de la barrera”. Una degustación gastronómica y tertulia seguía a la entrega del premio en el restaurante Astarriaga, cortesía del hostelero.
Momentos antes del acto de entrega en el restaurante, el Ayuntamiento de la ciudad quiso brindar también un reconocimiento a Pablo Hermoso de Mendoza. “Me hace mucha ilusión el esfuerzo del club taurino, donde tuve mis primeras andanzas, y de Jesús. Todo lo que viene de la gente cercana tiene un gran valor”, declaraba el galardonado.