Trabajo, obligaciones familiares, horarios… Durante los días de la Semana Santa la rutina se altera y la vida transcurre a otro ritmo. Algunos de los entrevistados se han preocupado por descansar, otros han seguido con normalidad su día a día, hay quien ha desconectado de verdad dejando los móviles a un lado y también quien ha trabajado durante unas de las jornadas más intensas del año. Nos lo cuentan.
Yolanda Jiménez Amador
48 años.Estella.
Ama de casa.
“Yo no he desconectado, es difícil desconectar de las preocupaciones. Si puedes, te vas unos días fuera y descansas, pero si estás en casa no paras”.
Haritz Morrás Arregui
25 años. Ayegui.
Actor.
“He desconectado tres días. Quedamos los primos y nos fuimos a una borda en el monte con el compromiso de dejar los móviles fuera. Hay que hablar. Buscábamos precisamente eso, desconexión”.
Pili Andiarena Osteriz
74 años. Estella.
Jubilada.
“Antes trabajaba, ahora trabajo en casa. Nunca se termina de trabajar, así que he vivido la Semana Santa como cualquier día. He ido un poco a los jubilados a ayudar y poco más. También es cierto que ahora la vida para mí es más tranquila que cuando trabajaba fuera de casa”.
Laura Gómez Moreno
22 años. Ayegui.
Camarera.
“Trabajo en la hostelería, así que ha sido complicado desconectar. He vivido unos días de mucho trabajo, más de lo normal, en la barra de dos bares. Desconecté la semana de antes porque me fui unos días fuera para coger fuerzas”.
Ángel Ganuza Echeverría
69 años. Estella.
Jubilado.
“No he desconectado porque me he quedado en Estella y para desconectar hay que irse fuera. Estos días ha venido mi hija con mi nieto, hemos disfrutado en familia, visto la procesión, poco más. He intentado estar tranquilo”.
Sandra Díaz Berrueta
27 años. Larraona.
Administrativa.
“Sí y no, no me he ido a ningún sitio. Me cogí tres días en el trabajo y me han sentado bien. Pero no he hecho nada especial, me he dedicado a descansar”.