Finaliza la intervención tras el derribo del azud del molino de Arquijas

Finaliza la intervención tras el derribo del azud del molino de Arquijas

El proyecto ha culminado con la renaturalización del entorno, a cargo del Ayuntamiento de Zúñiga, de la familia propietaria y de agentes locales

El consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno foral, José Mª Aierdi, visitaba en Zúñiga el derribo del azud del viejo molino de Arquijas, en la cabecera del río Ega. El objetivo del derribo era la mejora, en un tramo especialmente valioso de la Reserva Natural del barranco de Lasia y la ZEC de los ríos Ega y Urederra, las condiciones de hábitat de animales como la nutria, la trucha, el visón y especies de peces autóctonos, así como la renaturalización de todo el entorno, a ambas orillas del río.

Las obras de eliminación física de un azud de 3,5 m de altura en Arquijas fueron ejecutadas el pasado octubre por la empresa Naturalea, que minimizó el uso de maquinaria pesada para evitar el deterioro del suelo y la vegetación. El proyecto ha culminado ahora con el proceso de renaturalización del entorno, en cuyo desarrollo se han involucrado el propio Ayuntamiento, la familia propietaria del extinto molino y otros agentes locales.

Se ha procedido también a estabilizar los restos del edificio del molino preexistente y a realizar labores de monitoreo en la zona para medir el impacto de la eliminación de la barrera en el hábitat y las comunidades de peces e invertebrados. Asimismo, se han colocado paneles explicativos de la intervención e información añadida sobre los antiguos usos del molino por parte de sus propietarios y la población local.

Se trata de la primera actuación que ejecuta en la Comunidad Foral el Centro Ibérico de Restauración Fluvial (CIREF), asociación que gestiona fondos del programa privado internacional ‘Open Rivers’ y que ha financiado el proyecto. Durante el último año, Navarra ha acometido el derribo de 15 azudes, intervenciones que buscan restaurar los cauces fluviales naturales, recuperar las condiciones naturales originarias de sus riberas y evitar la fragmentación de los hábitats que estas infraestructuras en desuso provocan en los ecosistemas.

En la visita al molino de Arquijas en Zúñiga participaron el alcalde, Pedro Mari Oteiza; representantes de la asociación CIREF y el programa ‘Open Rivers’, la comisaria de aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Miriam Pardos; así como la directora general de Medio Ambiente del Ejecutivo foral, Ana Bretaña, y miembros por de su equipo técnico de Biodiversidad y Cambio climático.

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