Muy buen resultado, tercera en el Mundial, ¿te veías con posibilidades?
El año anterior a la pandemia, en 2019, participé por primera vez en el Campeonato del Mundo y me puse como objetivo estar entre las diez primeras. El hecho de participar ya era mucho, pero quedé la séptima y fue la bomba. Como la cita del mundial de este año iba a ser en Amsterdam me animé a prepararla con el objetivo, más ambicioso aún, de estar entre las cinco primeras de mi categoría. El plan era aprovechar la cita deportiva para viajar después con mi marido hasta Noruega. Finalmente, la situación obligó a no organizar la cita en Amsterdam, sino en Avilés. A nivel deportivo quedar la tercera ha sido una pasada. Y el hecho de que fuera más cerca de casa me ha permitido compartir la experiencia con mi familia. No sabía cómo iba a salir la prueba porque apenas conozco al resto de rivales del mundo. Pero ha ido todo genial.
¿El mejor final de temporada?
No se puede acabar la temporada mejor. Además del Campeonato del Mundo participé en el de España, una semana después, en Soria, donde me proclamé Campeona de España de mi grupo y fui tercera en la general.
¿Cómo viviste las pruebas?
Estaba como en una nube. Una vez que suena el pistoletazo de salida piensas que se ha pasado el año muy rápido y ya estás ahí. Vives las pruebas de una manera especial porque son la recompensa a tanto sacrificio, esfuerzo y disciplina. En el mundial verte ahí representando a tu país, seleccionada entre las mejores, es lo más.
¿Te has tenido que preparar muy a fondo?
Los años y la experiencia te van ayudando. Antes quizá entrenaba más en cantidad, pero ahora lo hago en calidad. Los entrenamientos requieren tiempo, sobre todo porque hay que entrenar dos disciplinas en duatlón y tres en triatlón. Suelo dedicar hora y media seis días a la semana. Tengo que organizarme muy bien con mi pareja y tengo la suerte de trabajar por las tardes y de tener las mañanas libres para entrenar. Mi trabajo es al mismo hándicap porque supone un esfuerzo físico y un desgaste añadidos.
He trabajado mucho el tema de la alimentación con mi dietista y he tenido muy en cuenta los descansos y el tema psicológico. Tu cuerpo puede estar al cien por cien pero si tu mente no lo está… Cuando haces los entrenamientos como están pautados en carrera lo llevas bien, aunque siempre haya sufrimiento en la competición. Luego por otro lado, hay factores externos que no puedes controlar como el tiempo o la suerte, por ejemplo si pinchas una rueda en competición.
¿Cuándo y cómo llegan el duatlón y el truatlón a tu vida?
Llevaré practicando unos 15 años. Mi chico iba a ver un duatlón en Zufía y le pareció interesante mezclar bici y correr. Yo de soltera hacía ciclismo en el pueblo. Y él corría. Mira qué bien entrenar juntos y participar juntos. Empiezas haciendo el calendario navarro, dos otras pruebas los primeros años, después todas las prueba de Navarra, luego más adelante, empiezas a salir buscando pruebas nacionales con el objetivo de aprovechar el fin de semana. Y vas haciendo una trayectoria. Ves que estás ahí y te engancha.
¿Qué retos te planteas para la próxima temporada?
De momento no me planteo. Toca descanso activo, salir a disfrutar de otra manera, sin reloj, con la grupeta, con amigas, porque cuando te centras en la competición rechazas muchas cosas. En marzo empiezan los duatlones y en mayo el triatlón.
Un deporte caro
Mariola Urabayen define el duatlón y el triatlón como deportes caros. Explica que participar en los Campeonatos del Mundo y de España supone una inversión importante en la inscripción, monos oficiales, desplazamientos y dietas. “Soy independiente, no voy con ningún club, pero puedo dedicarme a esta afición gracias a mis patrocinadores: Talleres Murieta, Pastas Molinero, Clínica Dental Río Ega, Signet Redes, Venta de Larrión, Siroco, Infisport, Apellániz Dietista y 468 km2, que me ayudan en lo que pueden”.