El viernes a las once y media de la mañana, los residentes y acompañantes de ambos centros se daban cita en la estación de autobuses. Les esperaba un recorrido por la ciudad montados en el tren comercial, una actividad que disfrutaron muchísimo y que les permitió hacer hambre para la comida a las dos de la tarde en La Luz; un menú especial acorde a la jornada, también especial. La sobremesa estuvo animada por música de charanga y se realizaron numerosas actividades preparadas por el centro. Todos los residentes lucieron durante la jornada una flor multicolor de tela que los residentes realizaron en las jornadas previas.