
La cita comenzó a las 11 de la mañana con un almuerzo para recibir a la gente que venía de fuera. Poco a poco, fue creciendo el ambiente en una mañana, este año sí, a diferencia del pasado, marcada por el tiempo primaveral, casi veraniego. Comenzaba a media mañana la kalejira amenizada con la ‘txalamovil’, una txalaparta con ruedas que acompañó hasta la plaza de la Coronación, donde actuaron los tres grupos visitantes, en torno a un centenar de personas. A continuación, los grupos y el sonido de la txalaparta se sumaron a la manifestación que, en apoyo a Palestina, partió de la plaza.
La plaza San Martín fue el lugar que retomó la programación con la actuación del grupo de música Hutsun, de Pamplona. Olaia Sánchez, del Lizarrara Txalaparta Elkartea, se refirió a este momento como uno de los centrales de la jornada. “Fue el concierto que más público reunió y la gente terminó realmente motivada. Se utilizaron tres tipos de txalaparta diferentes, dos de madera y una de piedra”, expresó.
Comida y más música
Una comida popular para 60 personas en la sociedad Basaula tomó el relevo en un programa en el que la música era la protagonista. Llegaba el turno a la actuación del grupo Talka, de Lekumberri, en la plaza Santiago y, después, una kalejira por toda la parte vieja, finalizando en la peña la Bota con los conciertos de Xarma (Pamplona-Iruñea), Txalamako (Vitoria-Gasteiz) y Esku-txa (Sopela), “Todos los grupos que participaron nos dijeron que se quedaron muy contentos con la organización, con los rincones en los que se actuó y con el buen ambiente de nuestra ciudad”, añade Olaia Sánchez.
La Asociación Lizarrara Txalaparta Elkartea es un colectivo sin ánimo de lucro que tiene como propósito rescatar la txalaparta y devolverla a las calles como símbolo de la tradición, la cultura y el disfrute colectivo.
