El cambio de fecha del 21 al 28 de septiembre fue acertado y el buen tiempo permitió que el Día del Deporte fuera todo un éxito y animara a la participación. Se registraron un total de 800 participantes, una cifra algo inferior a la última edición, celebrada en 2015, que contó con 1.000 inscritos. Esta iniciativa deportiva que tiene como objetivo dar a conocer el amplio abanico de deportes con los que cuenta Estella-Lizarra fue impulsada en el año 2013 por Koldo Leoz, Aníbal Soravilla y Roberto Ayúcar. “Esta edición ha sido muy parecida a la última. El objetivo del día, que es fomentar la práctica del deporte y que la gente haga ejercicio físico, se cumplió y la implicación de los diferentes sectores de la ciudad así como la conexión y organización entre todos los involucrados provocó que fuese un éxito y que la valoración sea muy positiva”, informaba Koldo Leoz.
Deporte y diversión
El punto de inscripciones se instaló en la plaza de la Coronación. Cada participante recibió una mochila y un botellín reciclable de aluminio para evitar el plástico. También se entregaron una especie de pasaportes para sellar en cada uno de los clubes. Además de la plaza de la Coronación, que también albergó la actividad del club baloncesto Oncineda, el resto de escenarios deportivos los conformaron el polideportivo Lizarreria, con las actividades dirigidas como por ejemplo la práctica de zumba; el parque de Los Llanos que acogió el yoga, la meditación y pilates; el paseo de la Inmaculada que actuó como pista de bádminton y ciclismo; la plaza de los Fueros fue ocupada por el club atlético Iranzu; el trial bici se lució en Príncipe de Viana y el balonmano en la calle San Andrés.
El puente del Azucarero actuó
como la mejor cima para descender más de 60 metros en tirolina
El puente del Azucarero actuó como la mejor cima para descender más de 60 metros en tirolina. Esta actividad se convirtió en uno de los grandes atractivos de la jornada. Las piraguas de Ega Kayak también atrajeron a numerosos deportistas que no dudaron en probarlas en las aguas del río Ega. Gracias a la colaboración del comercio estellés, muchos de los participantes pudieron llevarse diferentes obsequios a través de los sorteos que se celebraron.