
Las palabras de apertura también fueron compartidas. Una frase cada uno, intercalando el castellano y el euskera, los ediles felicitaron las fiestas y recordaron al patrón, San Esteban. La música de la charanga de Igúzquiza, ‘Zalabarte’, tocaba los primeros compases mientras los vecinos celebraban el inicio de las fiestas. En el interior del ayuntamiento, Fani Lana y Javier Lana, explicaban cómo habían vivido el momento. “Estaba muy nervioso. Parece mentira que algo tan sencillo genere tanta emoción. Estaba en shock no sé muy bien que he dicho. Habíamos decidido Fani y yo compartir las palabras y encender el cohete a la vez”, decía el concejal.
El deseo de Fani Lana ofrecía para los vecinos era claro: la diversión. “Espero que todos disfruten muchísimo y que sepamos vivir estos días en paz y con alegría. Esto es lo más importante”, declaraba. Como responsable del área de Cultura, la edil apuntó que el presupuesto festivo de este año había descendido sensiblemente. Eran seis mil euros menos los destinados a las fiestas, lo cual significaba que se había hecho recortes en casi todos los actos y que se había suprimido algunas cosas, como la comida municipal.
El alcalde de Murieta, Jesús María Martínez de Morentin, apeló, recién inauguradas las fiestas, no sólo a la alegría y a la diversión, sino también al compañerismo. “Esperemos que la gente se olvide de la crisis, que quiete la pila al reloj y disfrute a tope durante estos cuatro días de fiesta”. Así fue. Después del cohete, los vecinos de todas las edades se reunieron en la trasera del edificio consistorial, la antigua estación del ferrocarril, para tomar un aperitivo y brindar por los días más importantes del año para el pueblo. La charanga seguía tocando durante una de las mañanas más calurosas del año.
La jornada continuaba con una comida de la juventud en el frontón, a la cual los jóvenes no dudaron en acudir disfrazados. Por la tarde fue el turno de Gorriti y sus animales, de la música de verbena y el toro de fuego, además de la ya tradicional cena popular. El viernes, era el día del patrón San Esteban y de la procesión, además de actividades para los niños, música y la celebración de la XVII Carrera Ciclista San Esteban. El sábado, se celebró un campeonato relámpago de mus, hubo música, mariachis, fuegos artificiales y música disco. El domingo, último día, comenzó con misa en la parroquia, música de la rondalla Los Estellicas, aperitivo para los jubilados en el polideportivo, partidos de pelota, orquesta y fin de fiesta.