“El adiós de Colorín, es en realidad un hasta luego; La marionetaTan sólo tres minutos más tarde, Antonio Jiménez García-Villoslada, edil del consistorio, se enfrentó a la multitud que le esperaba en el exterior. “¡Arqueñas, arqueños ya están aquí nuestras fiestas. A disfrutarlas. Viva Santa María de Los Arcos, Gora San Roque. Felices Fiestas!”, y la fiesta se desató en el exterior.
se quedará en Los Arcos.”
Empujones amistosos, bailes festivos y remojones de bebida fueron las notas características de la plaza del ayuntamiento, mientras la charanga de Ablitas comenzaba a animar con su música. A la vez, los dos gigantes y los cuatro cabezudos de la localidad -la Gigantilla, el Payaso, el Pamplonica y un Mortadelo- se hacían hueco entre la marea roja y blanca para comenzar con el pasacalles festivo.
Mientras tanto, en el interior del ayuntamiento, los concejales iban prendiendo mechas a los cohetes y se repartían los pañuelicos festivos, a los que este año se unieron también chapas y abanicos. Seguidamente, tenía lugar la entrega de premios a los ganadores del concurso de carteles. Iñaki Fernández Iturmendi recogía su premio por resultar ganador en la categoría de adultos. En la de infantiles resultó premiado Álvaro Blasco Álvarez, de 10 años, y por parte de Miguel Mayora García de Galdeano, ganador local, recogió el premio su padre, José Miguel Mayora Fernández.
Colorín se queda en Los Arcos
A continuación llegó el momento de Colorín. De la mano de su propietaria, Concepción Momeñe, Colorín recibió un caluroso homenaje por parte del consistorio local. “Desde 1962 Concha ha traído, año tras año, este espectáculo a Los Arcos pasando por muchísimas generaciones que hemos crecido con él”, apuntaba Cristina Obanos, edil de Cultura. La retirada de este muñeco animado, primo de Gorgorito, el cual le tomará el relevo en los espectáculos de fiestas de Los Arcos, es algo simbólico, ya que Colorín se queda en Los Arcos.
“Es el momento de retirarme con Colorín y dada la acogida y el cariño que siempre nos han brindado en esta localidad, no puedo hacer otra cosa que dejarlo en Los Arcos”, afirmaba Concepción Momeñe.
Siete jornadas festivas
Tras el día del cohete, el más especial para la mayoría, los arqueños disfrutaron de seis días más de fiestas. El sábado, fue el día grande los patronos, Santa María y San Roque. En una calurosa mañana, los quintos del 63 portaron a la patrona durante todo el recorrido, amenizados por primera vez por la Banda Municipal de Viana. El domingo, el tiempo volvió a acompañar a los vecinos y visitantes que disfrutaron durante todo el día con los encierros y las vacas, por la tarde, momento en que los quintos del 1963 torearon una vaquilla.
Con el lunes llegó el día de los mayores, los cuales de disfrutaron de una misa, ofrenda floral y una comida de hermandad. El Club de Jubilados de Los Arcos homenajeó a Julia Arnedillo Labayen, Teófila Antoñana García, Mª Libia Sesma Martínez y Juan Úriz Martínez. Un día después, el martes, el protagonismo lo tuvo la ponchada popular organizada por el Ayuntamiento de Los Arcos, en la calle Mayor. Asimismo, por la noche hubo vacas nocturnas amenizadas por la charanga de Ablitas.
Casi con el final de las fiestas llegó el día dedicado a los niños y a la juventud. Para ellos se organizó una chocolatada en el ayuntamiento y la Corporación Infantil tomó posesión de su cargo. También hubo parque infantil, pasacalles, vacas, torico de fuego y ‘sorbetada’ organizada por la asociación de jóvenes.
El punto y final de las fiestas llegó el jueves 20 de agosto, día de la Igualdad. El protagonismo lo adquirieron las féminas arqueñas. Además de la misa, se ofreció un aperitivo y se realizó una comida de hermandad de la asociación Arca. A la media noche, el Pobre de Mí desde el Ayuntamiento despidió las fiestas hasta el año que viene.