“Los pequeños, creadores de las 12 pancartas, recibieron 300 euros para repartir y compensar el esfuerzo.El alcalde de Oteiza, José Ángel Bermejo, apuntaba que este año el ayuntamiento era más realista con los gastos festivos e incrementaba un poco más el presupuesto. “Hacía muchos años que la partida estaba congelada en 45.000 y ya tocaba. De todos modos, siempre el gasto se salía un poco, así que este año hemos intentando ser realistas, a pesar de la crisis”, apuntó.
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Responsabilidad del alcalde y del resto de miembros del partido mayoritario en el ayuntamiento oteizano, socialista, decidieron que fuera el concejal de Urbanismo quien recibiera el honor. “Esta legislatura se han hecho muchas obras, se ha trabajado muy duro, y por eso hemos pensado en el responsable de Urbanismo”. Bermejo destacó la ampliación del colegio, la rehabilitación de las piscinas –obra que se inauguró institucionalmente durante las fiestas-, la colocación de depuradoras, la renovación de calles y la construcción de 32 viviendas VPO y VPT que se terminarán el próximo año. En cuanto al nuevo polígono industrial, el alcalde apuntó que se encuentra prácticamente completo.
Fiestas de la alegría
En su opinión, las fiestas de Oteiza son las fiestas de la alegría, de la diversión, de la reunión entre amigos y familiares y un ejemplo de convivencia. Así se apreció en los primeros compases de la fiesta el miércoles. Numerosos vecinos emprendieron una vuelta al pueblo con sus pancartas y con los cabezudos y la txaranga de Cirauqui. Después se afanaron en la preparación de las mesas para el calderete. En torno a doce pancartas ondearon por las calles y entre las cuadrillas se repartió, a partes iguales, un premio de 300 euros para compensar su esfuerzo por animar las fiestas.
El miércoles continuaba la fiesta con la actuación de grupos musicales, vuelta al pueblo, baile, la llamada bajadica Cuesta Galo y toro de fuego. El jueves los vecinos disfrutaron con más vueltas al pueblo, misa en honor de San Miguel, patrón de Oteiza, a quien se rindió una ofrenda floral e imposición de pañuelo rojo y se llevó en procesión. Era el día grande. Un aperitivo cerraba la mañana tras el paseo del santo por las calles. Por la tarde llegó del turno de un campeonato de remonte, música y bajadica.
El viernes, día del jubilado, se celebró la fiesta de la bicicleta, organizada por el C.C. Idoya, misa, aperitivo y comida. Por la tarde, actuaciones y los actos fijos, como la bajadica y el toro para los niños. El día de la juventud está marcado en sábado. Fue el día también de los partidos de pelota profesionales. Para la mujer se destina el domingo y ellas tiran un nuevo cohete antes de celebrar comida en el arbolado, bailar y participar en el karaoke. Finalmente, el lunes fue la jornada de los niños. Ellos también prendieron la mecha de los cohetes desde el balcón consistorial. El pobre de mí despedía las fiestas a las doce de la noche hasta el próximo año.
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Óscar Marauri lanzador del cohete. “El cohete y el día del patrón, lo más emocionante”
Iniciadas las fiestas, Marauri reconoció que se había puesto un poco nervioso pero que estaba muy contento de estar ahí. “El cohete es el acto más emocionante, junto con el día del patrón”, opinó.