Los visitantes podrán realizar visitas guiadas a las salineras, en castellano, euskera, inglés y francés, bañarse en dos piscinas con agua salina y probar los pediluvios relajantes. Participarán, asimismo, en la labor de recogida de la sal y tendrán opción de darse un paseo por la feria de artesanía durante toda la jornada.
La gastronomía tiene mucho peso. Además de cata de sales y de aceites, pintxo-pote, degustación de pimientos de piquillo y de ternera de Navarra show-cooking, talleres gastronómicos para los niños, se realizará un hermanamiento entre la orden del Piquillo de Lodosa y la sales ecológicas de Salinas de Oro.
Para los niños el programa es también variado, con múltiples posibilidades para disfrutar en un photocall medieval, en una escuela de caballeros y en diferentes talleres: de galletitas saladas y de sales de colores. Todo esto y mucho más, el 29 de julio.