Mailen Galina es una de las líderes de Terrabiota, una asociación sin ánimo de lucro de divulgación científica y estudio de la naturaleza comprometida con la conservación del medio ambiente y los recursos naturales.
En primer lugar, y antes de comenzar el aprendizaje de rastros, los participantes aprendieron a obtener el molde de las huellas de diferentes mamíferos en escayola. El equipo de Dictel había preparado previamente estos moldes en placas de cerámica fresca, como si fueran las huellas que se pueden encontrar en el barro al pasear por la naturaleza.
A continuación, la bióloga describió los tipos de mamíferos que viven en la península con sus características, costumbres y proporcionó algunos trucos para poder identificar las huellas con mayor certeza.
Una vez que la explicación estuvo completada, se recuperaron las huellas en escayola, que ya habían fraguado para entonces. A partir de estas huellas comenzó la tarea más difícil: identificar a qué animal correspondía cada una. Para ello los participantes contaban con una guía de identificación de huellas proporcionada por Dictel. Con la ayuda de esta guía se intentó identificar los 26 tipos de huellas diferentes que se habían preparado. Con los resultados de la investigación se hizo una quiniela y los quince participantes que más trazas acertaron recibieron como premio una guía de huellas.
Durante el taller los participantes pudieron ver también una exposición de diferentes tipos de excrementos, egagrópilas (restos de alimentos no digeridos que regurgitan algunos animales), cráneos, cuernos y astas, entre otros elementos. Finalmente, se pudieron llevar el molde a casa, con el objeto de limpiarlo y decorarlo como recuerdo del taller.
El taller estuvo cuajado de preguntas, comentarios, vivencias por parte de los participantes, que pusieron de manifiesto el interés que despertó la actividad y el éxito que tuvo.