Adaptación y flexibilidad en los polideportivos de Tierra Estella

Adaptación y flexibilidad en los polideportivos de Tierra Estella

Grupos de 15 en espacios cerrados, nueva modificación para las actividades físico-deportivas dirigidas

Canchas deportivas, salas polivalentes y frontones son los nuevos escenarios que albergan en los últimos tiempos las actividades físico-deportivas dirigidas en los polideportivos. Los pabellones municipales de Tierra Estella se han visto obligados a variar su organización de salas para cumplir con la normativa de Salud que exige espacios amplios que garanticen la distancia interpersonal y que estén ventilados para el desarrollo de la actividad guiada indoor. La última modificación por Orden Foral de la consejera de Salud, establece que, desde el 16 de noviembre, las actividades físico-deportivas pueden ampliarse a grupos de 15 personas máximo, si se reúnen las condiciones adecuadas.

En las últimas semanas, las actividades deportivas están limitadas a un máximo de seis personas (cinco más monitor), pero desde el día 16, el número puede llegar a quince si la instalación dispone de espacios que doten de 8,2 metros cuadrados por participante en actividades de baja movilidad y de 20,2 metros por participante en alta movilidad, además de cuatro metros de altura y ventilación natural. La mascarilla es obligatoria en baja intensidad.

Las restricciones desde la reapertura el 15 de junio han llevado a un descenso en el número de socios hasta mínimos históricos en el polideportivo Tierra Estella-Lizarrerria. De los 2.000 asociados que tenía el pabellón antes del estado de alarma, se ha pasado a 1.460 (a fecha de 18 de noviembre), un número que, no obstante, ha creído un poco en los últimos días con nuevas altas tras el cierre temporal del polideportivo Ardantze, en Ayegui. Desde la instalación se espera que los números se puedan restableciendo conforme vayan mejorando los datos de contagios en Navarra.

El gerente del pabellón, Félix Purroy, de la empresa Serdepor-Kirolzer, explica que la situación tan cambiante es “una locura” desde el punto de vista organizativo. “El momento actual es malo por las restricciones que imposibilitan a mucha gente hacer actividad con normalidad. Estamos sin vestuarios ni duchas y esto es una merma importante. Sólo se utilizan los vestuarios que dan acceso a la piscina y sólo para el cambio de ropa. También funcionamos con un sistema de gestión de reservas tanto en la sala de musculación como en la piscina”, explica Purroy.

La normativa no permite el uso de vestuarios ni ducha

No obstante, la ampliación hasta quince personas (catorce más monitor) da un soplo de aire fresco. En Estella cuentan con la cancha y con una sala multiusos para el desarrollo de las actividades, cuyo programa se ha mantenido intacto, a excepción de las clases de natación para niños, canceladas por la imposibilidad de evitar el contacto físico.
“Si las actividades son de alta movilidad las realizamos en la cancha y si son de baja intensidad las podemos hacer en la cancha o en la sala multiusos. También hemos preparado el salón del restaurante de la cafetería como sala de ciclying y la verdad es que ha quedado un buen lugar para el desarrollo de la actividad”, cuenta el gerente del polideportivo Tierra Estella.

Además, tras la reapertura del pabellón el 15 de junio, la sala de musculación se amplió en la sala contigua para poder mantener las distancias de seguridad. La instalación cierra a las 21 horas, hora y media antes que en tiempos de normalidad, y también una hora al mediodía, de 14.30 a 15.30 horas, para limpieza y desinfección.
La labor de los polideportivos pasa por adaptarse a la situación y poder seguir ofreciendo a los usuarios posibilidades para la práctica deportiva, tan beneficiosa para la salud. “Deporte es sinónimo de salud y la gente necesita romper la rutina del día a día. Acudir a la instalación es una cuestión a veces de higiene mental y una alternativa al ocio. En este caso, quien desee venir debe saber que se siguen todas las medidas preventivas y todas las restricciones al pie de la letra y quien viene lo hace muy a gusto y muy tranquilos. Estamos trabajando duro en una situación compleja y todos tenemos que ser flexibles”.
Respecto a la campaña de enero, que se presenta dudosa, el polideportivo va a ofertar las actividades del segundo trimestre con normalidad a la espera de recuperar en enero los datos sanitarios y la confianza de los usuarios.

Villatuerta
El polideportivo San Ginés de Villatuerta muestra también imágenes curiosas sobre cómo reinventarse en tiempos de crisis sanitaria. En este caso el frontón del pabellón, con muy buenas condiciones de ventilación, se presenta como el espacio ideal para la práctica de actividades grupales indoor como, por ejemplo, el cycling, considerada de alta intensidad. Además, los grupos, que pueden ser hasta quince, también hacen uso de la sala de usos múltiples, con mayores dimensiones que las salas pequeñas habituales para la práctica de las actividades dirigidas.

La noticia de la posibilidad de ampliar los grupos a catorce personas más monitor se recibió con satisfacción en la instalación municipal de Villatuerta. A ello se refiere la responsable del polideportivo, Estrella Marco. “Es una alegría porque durante un mes hemos estado desdoblando actividades para poder hacer el 5+1 y es complicado porque hay que cambiar horarios de actividades y no todos los usuarios se han podido adaptar. Por ejemplo, la actividad de zumba quedó muy mermada. De todos modos, nuestra intención es seguir desdoblando. Preferimos pecar en seguridad y hacer grupos de hasta diez personas para llevar un mayor control”, explica.
La noticia de la ampliación a quince ha llevado a una reacción positiva por parte de los usuarios que han renovado las matrículas y se acercan al polideportivo con mayor confianza. “La verdad es que al empeorar la situación sanitaria en Navarra, esperábamos más bajas pero, tras la reapertura, hacemos un balance muy positivo de estos dos primeros meses de actividad. Incluso el pádel ha ganado usuarios respecto a otros años, tanto en número de alquileres de pista como en número de inscripciones a cursos, por tratarse de una actividad al aire libre”.

El polideportivo San Ginés de Villatuerta ofrece clases de spinning en varios horarios, pilates, yoga, zumba, gimnasia de mantenimiento, GAP y cursos de pádel para niños y adultos. En el mes de noviembre, un total de 260 personas han atendido alguna actividad dirigida. En cuanto a la sala de musculación, con la reapertura de la instalación se redujo el aforo hasta seis personas. Es necesario reservar hora mediante cita previa y llevar la mascarilla. “Sobra decir que desde el inicio se aplicó un protocolo de higiene que se está cumpliendo para el acceso y circulación de personas y cada sala lleva su rutina de desinfección y ventilación. Los usuarios colaboran muy bien y se han adaptado a todas las normativas de higiene. Nosotros estamos muy contentos con la respuesta”, añade Estrella Marco.

El segundo polideportivo de Tierra Estella en cuanto a número de asociados, el pabellón Ardantze, de Ayegui, anunciaba a los usuarios el cierre de la instalación desde el 7 de noviembre con motivo de la crisis sanitaria de la Covid -19 y las restricciones de aforo, así como el resto de restricciones, entre ellas el cierre de los vestuarios. La empresa pública Gastizun S.L. comunicaba que permanecerá cerrado hasta que se pueda reabrir con todas las garantías socio-sanitarias.

De esta manera, los socios podían hacer uso de la instalación durante la primera semana de mes, del 1 al 6 de noviembre, de manera gratuita. A partir de ese momento se dejarán de girar las cuotas a los socios de la instalación. No obstante, la empresa estudia la reapertura de las pistas de pádel mediante un sistema de domotización y autogestión, por tratarse de una práctica deportiva al aire libre.

Aníbal Soravilla García

Aníbal Soravilla García, instructor de cycling en el polideportivo de Estella

“En un grupo pequeño se pierde la sensación de pelotón”

El comedor de la cafetería del polideportivo acoge las clases de cycling durante estos tiempos de crisis sanitaria para poder cumplir con la normativa que establece la consejería de Salud. Al frente de cuatro de los cinco grupos formados este curso, el instructor Aníbal Soravilla García explica que el espacio resulta muy atractivo para la práctica de la actividad y que la gente que asiste lo hace muy contenta, aunque se nota el bajón en cuestión de números.
“La gente comenzó con miedo, como en todas las actividades, y el hecho de haber formado grupos pequeños de cinco personas lleva a que a veces sean clases con tres, dos y hasta una persona. Hasta el momento, esto era impensable porque nuestro límite en condiciones de normalidad son 25 personas”, explica.
Mientras que un grupo reducido permite clases más personalizadas, por el contrario la motivación es lo que falla. “Con poca gente, el monitor se puede fijar en cosas concretas, aspectos técnicos como la colocación encima de la bicicleta, sobre todo con la gente que entra nueva. Sin embargo, la actividad no es tan divertida porque importa la sensación de pelotón para motivar, así que se agradece que los grupos sean más grandes”, cuenta Aníbal Soravilla.

Mariola Urabayen Martínez

Mariola Urabayen Martínez, instructora de spinnig y GAP y asesora de gimnasio en el polideportivo de Villatuerta

“La atención es más personalizada en un grupo pequeño que en uno numeroso”

La monitora Mariola Urabayen Martínez realiza una valoración positiva de su trabajo desde la reapertura del polideportivo de Villatuerta hace dos meses. Explica que, al principio, el miedo al contagio existía y que la gente se retraía o se lo pensaba mucho a la hora de implicarse en una actividad deportiva. Roto el hielo, la respuesta en la participación es muy buena y la gente respeta las medidas de higiene y el distanciamiento social.
El uso de espacios amplios para cumplir la normativa, como el frontón, ha permitido acoger a los grupos, en un principio de 5+1, y ahora más grandes. “La atención es más personalizada en un grupo pequeño que en un grupo más numeroso. Son como clases particulares y en el gimnasio también se nota. Puedes atender mejor a la gente. El hecho de que no haya aglomeraciones hace que el usuario tenga acceso a las máquinas y al material con mayor disponibilidad, sin tener que esperar. Por lo demás, el cambio no es muy grande, este polideportivo siempre ha sido muy familiar y la gente ha hecho siempre piña en las clases con facilidad”, explica.
En opinión de Urabayen, la gente que acude al pabellón lo hace ahora segura y contenta. “La labor del polideportivo es el fomento de la práctica deportiva, promover un estilo de vida sano. Mucha gente también acude por el tema social, ahora en la medida de lo posible, porque si haces deporte por tu cuenta ese fin social se pierde”, añade la monitora.

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