Victoria en solitario de Ion Izagirre en el G.P Miguel Induráin

A diferencia de la edición anterior, cuando la carrera salió adelante in extremis poniendo en marcha un improvisado Plan C por causa de la nieve, en la edición de este año la organización y el desarrollo de la prueba fueron sobre ruedas. La fiesta del ciclismo alcanzaba toda su intensidad en la salida, a las 12.10 desde la plaza de los Fueros, pero el espectáculo comenzaba mucho antes con las vallas y las pancartas ya colocadas, con las cámaras junto a la meta, con la presentación de equipos en la plaza y los cientos de personas que no se lo quisieron perder.

Poco a poco los corredores llegaban a la línea de salida, donde las autoridades inauguraban la prueba. Asistía la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, acompañada de la consejera de Deporte, Rebeca Esnaola; el ex ciclista que da nombre a la carrera, Miguel Induráin; la presidenta del Club Ciclista Estella, Marta Garín, y el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Estella-Lizarra, Mikel Colomo. Cortaban la cinta roja y ya estaba todo listo para el inicio, al principio neutralizado, del gran acontecimiento deportivo en la ciudad.

Tierra Estella fue testigo de la velocidad a la que pasaba en pelotón, por la ciudad del Ega discurrió en tres ocasiones. Entorno a las cinco y media de la tarde, la bajada de Ibarra y el paseo de la Inmaculada, donde se situó la meta, bullían especialmente con la afición en una carrera que tuvo en los kilómetros finales varias escapadas.
Finalmente, el atrevimiento en solitario de Ion Izagirre en las rampas de Erául, a pocos kilómetros de la meta, le dieron el triunfo, una victoria que revalida la que ya consiguió hace siete años en la edición de 2016.