
“el patio acogió la representación de la captura del ladrón aldabika”
Cerca de ochocientas personas participaron en el pasacalles rural que recuerda los personajes tradicionales del carnaval de los pueblos. El grupo de joaldunak de la ikastola abría al son de los cencerros, seguidos por una comitiva compuesta por txatxos de Lanz, representados por los alumnos de Educación Primaria, y la comparsa de Aldabika, en el que no faltaban los carboneros, los guardias, los labradores, las brujas, los jueces y el cura que parodiarían después el juicio contra el ladrón.
Seguían el recorrido por las calles céntricas de Estella la primera comparsa de Palokis, a cargo de los alumnos de Educación Primaria. A continuación, seguía una representación del carnaval etnográfico de Navarra con Miel Otxin, Ziripot y Zaldikos, de Lanz, los momoxorroak de Unanue, los Zauzarrak y los Mairuak de Lesaka, los Momotxorroak y las sorginak de Alsasua, los zirikitxaileak de Estella-Lizarra con sus botarrinas y saquillos de harina. Tampoco faltaban el oso y la pareja de recién casados de Arizkun, la comparsa de Goizueta con el zagi, los Larrukin de Olite, los Ziripoteros de Tudela ni los Palokis, el disfraz más colorido de toda la kalejira.
La larga serpiente sonora y multicolor la completaba una segunda comparsa de Palokis, integrada por los alumnos de tercer y cuarto curso de Primaria, los gigantes de Lizarra Ikastola, una tercera comparsa de Palokis, Txatxos y Baserritarras (alumnos de quinto y sexto de Primaria), y la cencerrada popular con alumnos de la ESO.
Después de recorrer la plaza Coronación, las calles San Andrés y Mayor, la plaza de Santiago, Calderería, plaza de los Fueros, Navarrería y calle Mayor volvían a la ikastola de nuevo por San Andrés y la plaza de la Coronación. En el patio, a las siete de la tarde, comenzaba la representación de la captura de Aldabika. La actividad contó con la colaboración de los gaiteros Deierri, los gaiteros de Lizarra, los txistularis, la fanfarre, acordeones y trikitilariak.