Con gaiteros incluidos, aunque la tarde no estaba para baile, los niños cumplieron con su compromiso medioambiental ayudados por sus familiares y por los miembros de la brigada municipal. Previamente, el personal del Ayuntamiento había realizado los agujeros en el terreno y había colocado los árboles para que los niños solo tuvieran que rellenar los agujeros con la tierra. El porte de los ejemplares, mayor que en ediciones anteriores, requería de este trabajo previo.
Entre los valientes que se congregaron en Los Llanos estaban Blanca Jiménez y Fernando Lanaspa, que no habían consentido quedarse esa tarde en casa. “El Día del Árbol es el Día del Árbol. Les hace mucha ilusión y hay que venir”, decía, estoica, la madre de la niña, Ana Echeverría.
El chocolate caliente y una actuación a cubierto compensaron el esfuerzo derrochado al aire libre
Cerca de este grupo, tan sólo dos árboles más al fondo, Cristina Zudaire ayudaba a sus hijos Diego y Lucas Garbayo en la labor. “Me parece una buena iniciativa porque muchos niños no tienen ocasión de estar en contacto con estas labores. A mis hijos les encanta coger la azada en la huerta del pueblo, y hoy hemos venido a participar, aunque llueva”, decía la madre. “A mí me encanta la naturaleza, aunque hoy llueve mucho. Pero luego iremos a comer chocolate”, decía el pequeño Lucas. Junto a su hermano había decido nombrar a su árbol ‘Hoja Verde’.
Efectivamente, el chocolate caliente compensó a los niños que se ganaron la merienda. A todos ellos se sumaron otros más para disfrutar tanto de la merienda como del espectáculo infantil que preparó para ese día el Ayuntamiento de Estella-Lizarra. •