
El día del homenaje comenzará con una misa en la iglesia de San Pedro de la Rúa, abierta a todo el que quiera animarse a participar. Seguidamente, se realizará un homenaje en la plaza de los Fueros con la entrega de las placas conmemorativas, cortesía municipal, y las flores y las boinas concedidas por la peña San Andrés. Después del homenaje en la plaza de los Fueros, comenzará el concierto de jotas del grupo ‘Los Pamplonicas’ y los asistentes podrán disfrutar un aperitivo en el club de jubilados.
Enrique Araiz Ruiz & Aniana Vidaurre Zudaire
desde Ayegui…
La pareja formada por Enrique Araiz Ruiz y Aniana Vidaurre Zudaire, de 81 y 82 años, respectivamente, ha vivido toda su vida las fiestas de Estella con mucha ilusión. “Cuando éramos jóvenes, subíamos a Ayegui descalzos, sin las alpargatas, porque tardábamos menos. Nuestros padres nos esperaban y nos echaban la bronca si no llegábamos puntuales. Por eso, había que ingeniárselas para llegar a la hora”, apunta Aniana Vidaurre.
Ahora disfrutan mucho de las fiestas porque no tienen que preocuparse de los hijos, que son ya mayores, aunque una vez que otra se encargan de los nietos. “Cuando teníamos 18 años, bajábamos a estella hasta que se acababa el dinero. Solíamos dormir en el pajar de Echeverría. No le hacía mucha gracia porque pensaba que se lo íbamos a quemar”, cuenta Enrique Araiz.
El marido añade que las fiestas se vivían en sus tiempos más en la calle que ahora. Por su parte, su señora, Aniana Vidaurre, menciona que su momento preferido de las fiestas es el cohete y que no se lo ha perdido más que alguna vez con los hijos. Ambos disfrutan con todos los actos, si bien sus preferidos son la Bajadica del Che y la pañuelada, “que son actos preciosos”.
Benjamín Ganuza Martínez & Concepción Garrués Crespo
desde Estella…
Benjamín Ganuza Martínez y Concepción Garrués Crespo, de 81 y 78 años, se muestran orgullosos de ser de Estella, aunque el marido proceda de Artavia. Concepción Garrués asegura que ha vivido siempre las fiestas ‘a tope’ y que es muy animada para ello. “Mis padres me hacían ir a casa a las once. Las cosas han cambiado mucho. Tenía que ir hasta el Santo Sepulcro, donde vivía, que antes era como ir a otra ciudad”, recuerda.
La pareja estellesa ha disfrutado las fiestas desde siempre y marido y mujer tienen muchas historias relacionadas con los festejos de la localidad para contar. “Una vez estábamos en la calle Comercio en un bar cuando empezó a diluviar. Tuve que marchar a ver a los hijos que estaban solos en casa y me empapé entero mientras mi mujer seguía en el bar. Entré en casa y los chicos estaban bien, pero yo llegué pasado por agua”, explica Benjamín Ganuza.
Cuando eran jóvenes, Ganuza y Garrués disfrutaban con todos los actos, pero ahora lo que más les gusta son los almuerzos. También esperan con ilusión el cohete, sobre todo la señora, que no se lo pierde nunca, siempre desde la primera fila. “Voy al cohete todos los años y me pongo a hablar con todo el mundo porque soy muy conocida. Para cuando me doy cuenta, ya han tirado el cohete”.