El canto y las actuaciones implicaron a los alumnos.
Juegos de mesa, concurso de postres y talleres, como el de pinta-caras’, durante la fiesta final.
La iniciativa tiene como objetivo principal sensibilizar sobre las necesidades de cooperación y fomentar el voluntariado y la solidaridad. Por ello se realiza la colecta económica que pone de manifiesto el trabajo en cooperación. En esta ocasión, los centros apoyan a la ONG La Esperanza de Lodosa, en concreto uno de sus proyectos en Brasil dirigido a la mejora de las instalaciones sanitarias de un centro educativo en la localidad de Lábrea. A este lugar acuden a diario más de 400 adolescentes desfavorecidos.
La fiesta final del viernes contó con actuaciones de teatro, música y bailes a cargo de los alumnos de los dos colegios implicados; actividades infantiles como globoflexia, máscaras, pintacaras y trenzas; hinchables y partidas de ajedrez y venta de libros, jabones y dulces, además de un concurso de postres que, en esta ocasión, fue una novedad. Alumnos, padres y profesores participaron con sus dulces elaborados en casa y en el resto de actividades. La fiesta permitió disfrutar también de la actuación de un mago.
Mediante un sorteo final se pudo repartió entre las personas que adquirieron los boletos numerosos premios: material deportivo, entradas a conciertos y partidos de Osasuna, vales de compra, visitas a la granja-escuela Basabere, cenas en restaurantes y lotes de productos.
