
En ella se podía leer, grabado en castellano y en euskera, el texto: “El Ayuntamiento y ciudad de Estella-Lizarra, en memoria y homenaje al que fuera su alcalde, Fortunato Agirre Lukin, y al inspector jefe y al alguacil municipal, Clemente Ros Urroz y Federico Leza Suescun, asesinados en 1936 por la defensa de la democracia”. Una cortina con el escudo de la ciudad la dejaba al descubierto al final de un acto en el que miembros de la Corporación actual y familiares de los homenajeados quisieron ofrecer sus palabras.
El edil de Nabai, Ricardo Gómez de Segura, promotor de un homenaje aprobado después en Junta de Portavoces, abrió el acto, “en un lugar tan emblemático de la ciudad, nuestra casa”, para saludar a los asistentes y dar la palabra al hijo de Fortunato Agirre, Miguel Agirre Aristizabal. Agirre estaba acompañado por sus hermanas, las gemelas Mirentxu y Mikele. Después intervinieron Goyo Armañanzas Ros, nieto de Clemente Ros, y al marido de la nieta de Federico Leza, Juan Arbizu Nafarrate, acompañados también de otros familiares.
Sus discursos se fueron sucediendo con emoción. Después, la alcaldesa de la ciudad, Begoña Ganuza, cerró el acto. “Manifiesto el deseo de colocar una placa en honor y recuerdo de quienes murieron en defensa de sus ideales”, apuntó antes de agradecer el esfuerzo realizado por Ricardo Gómez de Segura y a los funcionarios en la organización del acto.
Título
Homenajeados
Miguel Agirre Aristizabal
Hijo de Fortunato Agirre. Acudió acompañado de sus hermanas, Mirentxu y Mikele.
“No es fácil expresar con palabras la profunda emoción ante este homenaje del Ayuntamiento a nuestros familiares, asesinados en 1936 en defensa de la democracia. Como hijo del alcalde en aquellas fechas y en nombre de mis familiares, quiero agradecer al Ayuntamiento, especialmente a la alcaldesa, haber mantenido su promesa (…). Mañana es el día de San Miguel, cuando asesinaron a nuestro aita. Gracias de corazón a todos vosotros que nos acompañáis en este acto que ayuda a curar y cerrar heridas”.
Goyo Armañanzas Ros
Nieto de Clemente Ros. Acudió acompañado de su madre e hija de Clemente Ros, Carmen Ros, y de sus hermanos Carmen, Glori, Cristina y otros familiares.
“A veces los hijos ponemos las palabras de la madre: Me trae un recuerdo significativo para mí este Ayuntamiento, donde mi padre trabajó hasta que le quietaron la vida por cumplir con su deber. Los nietos también tenemos las nuestras: Ahí te has quedado desde que te mataron. Heredamos el dolor y el ansia, no fácil de aceptar el mayor robo que se puede hacer: la vida (…). Hoy se recupera algo. Se coloca una placa bien cerca de donde estabas el día que te mataron. Nos has dejado una dura tarea, tratar de perdonar”.
Juan Arbizu Nafarrate
Marido de la hija de Federico Leza Suescun, Mercedes Leza. Acudieron también tres nietos y un biznieto.
“Este homenaje permite resarcir la deuda con nuestro abuelo, que nunca se ha reconocido. Los hijos, los nietos y demás familiares estamos orgullosos de un familiar tan generoso que dio su vida (…). Y más vale morir de pie que vivir arrodillado”. El hijo de Juan Arbizu y Mercedes Leza leyó el discurso en eukera.