Pasadas las diez de la mañana, los cerca de 400 alumnos y alumnas de Lizarra Ikastola tenían por delante en torno a una hora de recorrido para esforzarse con la entonación y, también, arrojar las txapelas al aire. Acompañados por músicos de Lizarra Ikastola y por miembros del grupo de Txistularis Padre Hilario Olazarán, protagonizaron varias paradas, la primera en la plaza de la Coronación. Por la calle San Andrés, el grupo siguió por la calle Mayor hasta la plaza de Santiago, donde volvieron a parar para cantar.
Por Calderería, la kalejira llegó a la plaza de los Fueros buscando el sol y aquí se realizó la tercera parada. El regreso fue el habitual, por las calles Comercio, Mayor, San Andrés y, de nuevo, la plaza de la Coronación, si bien, los más pequeños acortaron por la calle Baja Navarra. Durante todo el recorrido, numerosos familiares acompañaron el acto y, de vuelta en el centro escolar, el alumnado disfrutó, como almuerzo especial, de un bocadillo de chocolate.
Aunque el día de la Santa protectora de las cosechas y de las haciendas está marcado en el calendario el 5 de diciembre, la actividad escolar se realizó el viernes más próximo, el día 3. Además, los días previos, fueron jornadas de ensaño de las canciones que se escucharon en las calles: Euskara Plazara, Egun Da Santimamiña, Kili Kili Bat y Agate Deunaren Koplak.
En torno a las once de la mañana el relevo en las calles llegó con los cantos de los 260 alumnos del modelo D, desde los 3 años hasta sexto de Educación Primaria. Acompañados del profesorado y de las familias, recorrieron el centro de la ciudad y mostraron también alguna coreografía.
Realizaron su animado recorrido por la cuesta de Remontival y la de Entrañas accediendo a la plaza de Santiago. También llevaron su música a la plaza de la Coronación, a la residencia de San Jerónimo y al IES Tierra Estella. En estos cuatro lugares hicieron paradas para cantar y honrar a Santa Águeda en una mañana tan fría como especial.