
“Las actividades extraoficiales se suceden entre los actos del programa
”
LOS ALMUERZOS Y LAS COMIDAS
La gastronomía es uno de los grandes momentos de las fiestas. Contribuye a reunir a la gente entre amigos o en familia. No es raro encontrarse por la calle durante la semana de fiestas sillas y caballetes que indican que se va a preparar una copiosa comida, un almuerzo o una cena.
LA SIESTA
Poca gente puede aguantar el día entero sin hacer una paradita. Cuando el sueño llega, cualquier lugar es bueno para dormir y echar una cabezada. Después de la comida siempre entra la modorra y los párpados pesan. Después de una larga noche, cualquier zona verde es un improvisado colchón o un banco una perfecta cama. Todo vale cuando se tiene sueño. Los niños lo tienen más fácil y aprovechan sus silletas.
LOS DISFRACES
Cada vez es menos chocante encontrarse estos días por la calle gente disfrazada. Aprovechan los toros, la bombada u otros actos para ser originales y no pasar desapercibidos. En las corridas se hace más visible. Lo raro, por lo menos en la parte de sol, es encontrase a gente de blanco y rojo. Cada disfraz es más original que el anterior. El año pasado no faltó ni Bob Esponja ni artilugios como la vuvucela.
LOS PUESTOS AMBULANTES
La venta ambulante y los puestos siempre están presentes. No aparecen en el programa pero nunca fallan. Todo el mundo da una vuelta por los puestos colocados en el aparcamiento de la Inmaculada. Lo normal es picar y comprar algo. También están las barracas o carruseles que llenan de color y luz el aparcamiento de la estación. Tómbolas, atracciones, churrerías, bingos y tirapichones se encuentran en las calles durante las fiestas.
EL AMOR
Las fiestas son tiempo para el amor y los ligues. El verano es buena época para los amoríos y ya en fiestas, las hormonas se disparan. Jóvenes y más mayores aprovechan las fiestas para dar rienda suelta a la pasión que produce el calor y el verano.