Los gaiteros quisieron aclarar en primer lugar que ellos no son la Asociación de Gaiteros y Ex gaiteros y que, por lo tanto, no entienden que la concejal de Cultura haya cargado las tintas sobre ellos en sus últimas declaraciones y ruedas de prensa. “Cada vez que recibe una carta de la asociación, focaliza su ira en nosotros. No somos la asociación”, recalcaron.
Martínez y Duñabeitia explicaron que el contrato recogía, además de la organización de las actuaciones y elaboración del calendario, su disponibilidad cualquier día del año y en cualquier momento. Asimismo, realizaban actuaciones extras. “¿Cuánto cobrábamos por todo esto? Lo mismo que las demás parejas y otros 300 euros cuando nos mandaban al Día del Navarro Ausente, sin gasolina ni comida. Lo que la concejal denomina campar a nuestras anchas nosotros llamamos hacer el ‘pardillo’”, destacaron. Asimismo, dejaron patente que la Ley Foral y Estatal (Real Decreto 1568/1986 de 28 de noviembre) dice que los acuerdos solamente puede ser revocados o modificados por decisión plenaria.
Otro punto que abordaron durante la rueda de prensa fue una aclaración sobre su nombramiento como profesores de gaita y tambor de la Escuela de Música Julián Romano. “Se dijo en la Comisión que las plazas de profesores de la Escuela de Música deberían salir a concurso porque somos profesores mediante un convenio firmado con el Ayuntamiento. Eso es mentira, somos gaiteros municipales desde 1989 y profesores siete años antes”. Por todos estos aspectos y otros más, la pareja de gaiteros, ex gaiteros municipales desde la ruptura del convenio con el Ayuntamiento en víspera de fiestas, pidió la dimisión de la concejal. •