Ambos deportistas acudían como invitados a un acto organizado como colofón de un proyecto del alumnado de segundo del Curso de Atención a Personas en Situación de Dependencia. A Ramón Torres y Juan Pareja les acompañaban familiares y personas de su entorno en un emotivo homenaje que rescató el episodio de Sidney 2000 de la memoria colectiva y que trató de compensar y reparar simbólicamente aquella dolorosa y decepcionante vivencia. Las profesoras Txaro Zabalza y Alejandra Alba coordinaron un evento cuya idea comenzó el curso pasado. “Fue viendo el documental por televisión ‘Anatomía de…La estafa paralímpica’ cuando me quedé impresionada y lo visionamos en clase. Decidimos localizar a Juan, en Barcelona, y a Ramón, en Valencia, para devolverles sus ‘medallas arrebatas”, cuenta Txaro Zabalza. El proyecto que el alumnado ha ido preparando este año ha contado con diversas colaboraciones, incluida la de Javier Riezu, quien realizó las medallas que el jueves 23 de mayo se entregaron en el instituto politécnico.
Pareja y Torres siguen practicando a día de hoy su afición por el basket
Recuperar la ilusión
Ramón Torres manifestó su sorpresa cuando le llegó la noticia de este reconocimiento. “Vuestro esfuerzo me ha devuelto otra vez la ilusión”, declaraba. Torres siguió jugando a baloncesto hasta los 46 años cuando lo dejó por problemas en la rodilla y, ahora, su deseo pasa por convertirse en entrenador, en concreto le encantaría ser el primer entrenador con minusvalía de la Selección Española de Baloncesto.
“Gracias por traernos. Para mí es un orgullo”, decía también su compañero Juan Pareja ‘Ray’. En su caso, la decepción fue tan grande cuando estalló el fraude paralímpico de Sidney que decidió colgar las botas. Recuperaría su afición años después. “No es sólo la medalla. Cuando pasó no quise saber nada, quise pasar página, tenía mucho malestar con la gente. Más tarde recuperé la ilusión, ahora juego y me siento muy motivado. Esta medalla vuestra me da fuerza para seguir adelante porque en el deporte todo es posible”, declaró.
Un vídeo preparado por el alumnado contaba los hechos que ocurrieron en la ciudad olímpica de Sidney, lugar que trae grandes recuerdos para Ramón y para Juan, cuando lo visitaron por primera vez antes de jugar, y antes también de que todo su esfuerzo e ilusión se vinieran abajo.
En Estella, la alumna Andrea Irigaray ejerció como portavoz de sus compañeros y agradeció la asistencia de los dos deportistas, poco antes de la entrega de las medallas. “Siempre vais a poder mirarlas orgullos, con la cabeza alta. Todo el esfuerzo tiene su recompensa”, leía. Ya con los galardones en su poder, los dos baloncestistas posaron para la foto junto al grupo de estudiantes en otro momento de la historia que no van a olvidar.
Pañuelico y camisetas del Oncineda
En el salón del politécnico no faltaron los homenajes y los detalles. Desde el Club de Baloncesto Oncineda, el director técnico, Rubén Lorente, entregó a Juan Pareja y Ramón Torres sendas camisetas de la entidad y el concejal de Deportes del Ayuntamiento de Estella, Carlos Rubio, les obsequió con un pañuelico rojo con el escudo de la ciudad en recuerdo de su visita.