La situación geográfica de Tierra Estella es privilegiada para la bicicleta

¿Qué valoración hace el club de la última edición de la Travesía del Ega?
Una valoración de diez. La gente nos ha felicitado por la organización, que se hace extensible a los controladores desplegados por todo el trazado. Creemos que hemos cumplido con el objetivo: que la gente se quede contenta con el recorrido y la atención. Además, apenas hubo incidencias. De las 584 personas que se reunieron sólo se produjo un herido.

¿Se desplaza hasta Ayegui gente de fuera?
Vienen participantes de muchos puntos de Navarra, y también gente de las Comunidades Autónomas limítrofes como Aragón, El País Vasco y La Rioja. También ha venido un grupo de Asturias. La víspera a la travesía se celebraba la mítica Rompehuesos, en Sabiñánigo, y mucha gente que participa luego viene aquí. Este año hemos notado en nuestra prueba una participación ligeramente inferior a otros años y pensamos que puede ser por las condiciones climatológicas y también porque la Rompehuesos ha sido especialmente dura.

Son ya doce las ediciones celebradas, ¿ha alcanzado la prueba la perfección desde el punto de vista organizativo?
Todo es mejorable, desde los puntos de avituallamiento hasta el número de gente en los cruces, así como el número de ambulancias. En cuanto al recorrido creemos que está bastante logrado porque, aunque intentamos modificar algunas cosas para variarla, mantenemos las partes más bonitas, como la bajada desde el monte de Galbarra a Ancín. Si que se podrían trazar dos recorridos diferentes para llegar a satisfacer distintos niveles, pero de momento sólo marcamos vías de escape para restar dureza a los participantes más rezagados.

¿Qué abarca la organización de la prueba?
Mucho trabajo, casi de todo el año. Somos fundamentalmente cuatro las personas que llevamos el trabajo duro, aunque el día de la prueba estemos entre cuarenta y cincuenta. Contamos entre ellos con un grupo de Protección Civil que colabora desinteresadamente. La organización implica también muchas otras cosas como la limpieza de sendas, las labores de comunicación y la búsqueda de apoyos económicos.

¿Qué otras actividades realiza el club a lo largo del año?
El club se fundó en noviembre de 2003 para organizar esta prueba. De hecho, es obligatorio formar parte de una asociación constituida para poder hacerlo. Hasta la fundación eran el club ciclista Estella y la Peña San Andrés los que nos cedía su nombre. Ahora que ha pasado el tiempo contamos con una escuela de ciclismo con trece chavales que participan en los Juegos Deportivos de Navarra y colaboramos con otros clubes en la organización de otras carreras de BTT como la Copa Caja Rural.

¿Tiene algún proyecto en club a corto o medio plazo?
Estamos trabajando con el Ayuntamiento de Estella para preparar un circuito de Dual BMX. Es una idea que tenemos desde hace tres años pero parece que ahora nos comprometen 18.000 euros para prepararlo. Estaría por decidir los terrenos, que los cedería el ayuntamiento. De momento, se barajan unos terrenos junto a Sabeco y nosotros sugerimos en las proximidades de la Carpa Oncineda. Tres mil metros cuadrados sería ideal, pero menos también nos valdría.

¿A qué se debe la gran afición que existe en Tierra Estella a la bicicleta?
Sí que hay mucha afición, tanto a la bici de montaña como a la de carretera. Yo creo que nuestra situación geográfica es privilegiada, nuestra zona es muy bonita para la bicicleta, además de ser un lugar fresco y que contamos con muchísimos caminos o rutas limpias de piedras.

¿Con qué se queda: monte o carretera?
Desde mi punto de vista, la BTT es mucho más divertida por el contacto con la naturaleza y, además, exige menos entrenamiento. También la considero menos peligrosa porque no te mezclas con el tráfico de las carreteras y es una actividad preciosa para hacer en familia.