“El corredor que entró primero en meta realizó el recorrido en poco menos de dos horas
”
Para evitar aglomeraciones, la organización limitó la inscripción a 700 corredores, si bien el número de participantes no llegó a esa cifra. El calor de una mañana veraniega hizo sudar el maillot a los valientes que se enfundaron el equipo y montaron en sus bicicletas para disfrutar la prueba no competitiva. El recorrido, iniciado a las nueve de la mañana, discurrió por numerosos senderos, algunos próximos al río Ega, de términos como Ayegui, Igúzquiza, Abaigar, Murieta, Metauten y Estella.
Varios fueron los puntos de avituallamiento a lo largo del recorrido y, en meta, en el polideportivo de Ardantze esperaba a los participantes una ducha y un bocadillo para recuperar fuerzas, además de regalos y sorteos. Durante la actividad apenas hubo que lamentar incidentes. Solamente se realizó un traslado al hospital García Orcoyen por una caída, pero ese mismo día el herido recibió el alta.
La carrera no sólo recibe cada año participantes de Tierra Estella, el grueso del pelotón, sino que también se inscriben corredores de otros puntos de provincias limítrofes, como La Rioja y Aragón, e incluso de lugares más distantes como Madrid. Para todos La Saltamontes fue una gran fiesta.