Cada uno de los 23 cuadros aúna un dibujo de Rivera y una transcripción de un poema, anónimo o de grandes autores, manuscritos por Alberti. La colección completa, recogida en el libro, fue criticada en 1992 por Francisco Umbral, quien describió la obra como “la exposición de los coños”. Un comentario “excesivamente festivalero” en opinión de la poeta navarra Maite Pérez Larumbe, presente en el acto inaugural del Museo. Junto a ella estuvieron la sobrina de Rafael Alberti, Teresa Alberti; la directora del Museo Gustavo de Maeztu, Camino Paredes; la alcaldesa de Estella, Begoña Ganuza, y el concejal de Cultura, Félix Alfaro.
Maite Pérez Larumbe animó a visitar la exposición, presente en el museo hasta el 28 de noviembre. “El libro (y, por tanto, la muestra) no tiene pretensión antológica. Es un libro complejo de ver, de leer y de entender el ensamblaje de los dos maestros”, explicó. La poeta animó a leer los versos de Alberti, articulados por la metáfora y el contraste, y a contemplar los dibujos del sexo femenino vistos por una mirada masculina. “En esta exposición hay cuatro artistas. El Alberti poeta luminoso, el Alberti calígrafo, más agresivo; el Rivera voluptuoso y el Rivera casi quirúrgico”, describía.
La sobrina de Alberti definió al poeta del 27 como un poeta del mar, de la luz y de la vida. “Montó en cólera cuando Umbral definió el libro como ‘la exposición de los coños’ porque no se ajustaba a la filosofía de la obra”, decía. Con una poesía cerró Teresa Alberti su intervención, que bien describía los trazos violentos con los que Alberti transcribió los versos de la muestra. “La letra me pinchaba en los ojos, me lastimaba en la retina”.
La directora del Museo, Camino Paredes, explicó que la exposición ‘Golfo de sombras’ se ajusta al deseo de la pinacoteca de traer a Estella exposiciones de indudable contenido pictórico, calidad contrastada e interesantes para todos los públicos. En este caso, se trata de la primera exposición de los dos genios que se ha visto en Navarra. Cada poema y cada imagen es un canto al amor, a la vida, al origen del gozo y de la pasión. “No es una exposición para explicarla, sino para verla y disfrutarla”, apuntaba