“Diez localidades competían por el premio en el hotel Tximista“El concurso se desarrolló en el contexto de unas jornadas gastronómicas organizadas desde la Red de Villas y Ciudades Medievales del 17 al 18 de abril. El hotel Tximista acogió la deliberación del jurado y el fallo del concurso. Por ello, la cocina del restaurante se convertía en un hervidero para preparar carnes y salsas. Mediante una cata previa, el restaurador del Alhambra de Pamplona, Javier Díaz, y el de El Molino de Urdániz, David Yárnoz, y el crítico Peio García, determinaron que el pincho ‘Txipi-Chofa’, del bar restaurante Gran Sol, de Hondarribia, merecía ser el ganador.
El ‘Txipi-chofa’ y la ‘Bola de rabo de buey’ competían con otras ocho especialidades. Eran ‘Tosta de foie al tinto de Rioja Alavesa con caviar de zurracapote y uva tempranillo’, de Laguardia (Álava); ‘Caramelo de Morcilla’, de Almazán (Soria); ‘Majar de templario’, de Consuegra (Toledo); ‘Cochinillo confitado con su tocino crujiente sobre lecho de berza y tallarín de hongo’, de Coria (Cáceres); ‘Milhoja de carrillada estofada sobre crema de hongos’, de Olivenza (Badajoz); ‘Solomillo de ternera sobre lecho de verduras con suquet de setas y foie’, de Sigüenza (Guadalajara); ‘Torta de berenjena a la morisca con crema de garbanzos’, de Sos del Rey Católico (Zaragoza) y ‘Bacalhau á Zé Calha’, de Marvao (Portugal).
Calamar y alcachofa
El ganador del concurso, el cocinero del Gransol, Bixente Muñoz, explicó que el secreto de su pincho, que combina el sabor del chipirón en su tinta con la alcachofa navarra, era el cariño. “Lo que yo hago es una cocina con mucho cariño. A cada pincho que preparo le doy el corazón”, decía. La presencia de la alcachofa era un guiño a la gastronomía navarra. Su premio consistía en 500 euros.
Mari Carmen Comas, del bar restaurante Izarra, se mostró muy contenta por su segunda posición y el reconocimiento a la originalidad. “No me lo imaginaba. Sabía que el pincho gustaba mucho porque se vendió muy bien durante una semana entera en noviembre, pero el jurado del concurso da más respeto. Me alegra la distinción de originalidad. A mí siempre me ha gustado ser original en la cocina”.
El acto que se celebraba en el Hotel Tximista sirvió de encuentro para restauradores y representantes municipales de las diez villas y ciudades participantes. Tras el fallo del concurso se entregaron los diplomas a todos ellos. El encuentro seguiría el domingo con una visita a la ciudad de Estella. En sus calles y en sus bares tuvo gran repercusión la celebración del concurso y la venta de las degustaciones en diez establecimientos diferentes. Todos los pinchos preparados para el sábado y para el domingo se agotaron. •
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La mañana de La 1, de Mariló Montero, testigo de la cita
El programa La mañana de La 1, presentado por la estellesa Mariló Montero, fue testigo de primera mano de la celebración del concurso internacional de pinchos medievales. El viernes 16 de abril, un día antes de la celebración de la final, el programa realizó varias conexiones en directo para conocer el ambiente que vivía la ciudad, así como a los participantes locales en el concurso. Así, desde distintos puntos de la ciudad, como el bar Izarra –participante local en el concurso- Mariló se acercó a su tierra, despidiendo su programa a las 14.00 horas con una última conexión desde la plaza de los Fueros de Estella.