
“A pesar de la fuerte tormenta antes de la quema de la hoguera, la pira ardió finalmente en El Recial “
Más de medio siglo, en concreto 53 años son los que Casildo Azanza y África Barbarin llevan viviendo en San Pedro. Aunque ella es de Los Arcos, después de casarse llegó al barrio junto a su marido. En la actualidad viven en la calle Camino de Logroño. Tienen tres hijos (Begoña, Ana y Susana) y seis nietos. “La asociación Lleva dos años detrás de nosotros, para hacernos el homenaje. Yo estaba reacio, pero el año pasado ya les dije a los organizadores que para este año no buscasen a nadie, y me tomaron la palabra”, decía Casildo Azanza.
Pasadas las seis y media de la tarde, comenzaba el homenaje. La alcaldesa de Estella, Begoña Ganuza, entregó una placa conmemorativa al matrimonio, y el presidente de la asociación del barrio, Antonio Aramendía, ofreció un ramo de flores a África Barbarin. Sendos pañuelos rojos de fiestas impusieron al matrimonio la vicepresidenta, María Ángeles Sanz, y la miembro de la junta Luisa Fernanda Ibáñez. Los vivas a la Virgen del Puy, a San Pedro, a San Andrés y a Estella pusieron el broche de oro al homenaje. En el acto estuvo también representando al Ayuntamiento la concejal María José Irigoyen.
41 litros de chocolate
Continuaba la fiesta en la plaza San Martín, gracias al reparto de chocolate caliente con pan, que congregó a docenas de personas. En las nuevas instalaciones de la peña San Andrés varios voluntarios prepararon en un gran caldero 41 litros de chocolate para repartir entre niños y mayores, que esperaban haciendo cola. El teatro del grupo del centro ocupacional Uxane de Bera tomaba el relevo en la vecina plaza San Nicolás con la obra ‘Camino’. Para terminar el día y dar paso a la jornada fuerte del programa, el día de San Pedro, la hoguera ardió en El Recial, aunque una tormenta con granizo a las nueve de la noche la puso en peligro. Como en años anteriores, fueron 3.500 los palés apilados, donados todos ellos por Tenerías Omega.
El miércoles 29 de junio, día de San Pedro, continuaba la fiesta en el barrio. Era jornada para las dianas, para juegos infantiles a cargo de Kulki, para una segunda edición de la gran gigantada txiki, un concurso de disfraces por la tarde, chocolatada, misa mayor en Rocamador, teatro, txistorrada, baile de la era y toro de fuego. La Asociación de Vecinos contaba para todo el programa con un presupuesto que rondaba los 4.000 euros, gracias a una subvención del Ayuntamiento de Estella y del patrocinio y colaboración de diferentes establecimientos del barrio. “Este barrio siempre ha celebrado sus fiestas, siempre ha habido tradición. Y mucha es la gente de todo Estella que vienen a celebrarlas con nosotros”, apuntó el presidente, Antonio Aramendía.